martes, 8 de diciembre de 2009

El ultimo alforamiento del sakura...

Es un titulo bastante extraño lo admito. Esta es una novela que escribi hace tiempo, y la he encontrado asi que me gustaria publicarla para que me deis vuestra opinion. Un besoo (Por cierto Luna R., el final de la historia no es el de ayer, pero lo demas son solo pequeños detalles. Melanie y Kevin consiguen ser felices y Wanda acaba encontrando tambien a su gran amor asi que todo esta bien, un besoo)

La muerte de alguien trae muchas veces la nostalgia de la perdida, y muchas veces el dolor es insoportable. Sin embargo cuando el "lazo" con esa persona se une con gran fuerza, ni el dolor, ni la muerte son capaces de romperlo.


Mi familia había adquirido la costumbre de mudarse continuamente desde que yo era pequeño. Vivimos en Estados Unidos, y en el ultimo año nos habíamos mudado mas de 4 veces por el trabajo de mi padre. No se muy bien en que trabaja, pero se pasa más tiempo nadando entre montañas de papeles, que en prestarnos algo de atención a mi madre y a mi. Aun teniendo 17 años me habría gustado tener más atención y cariño por su parte, me llamo Kevin por cierto, tengo el pelo negro y largo , soy deportista y de vez en cuando algo vago, me cuesta mucho hacer amigos porque cuando los hago, me dan la noticia de que nos volvemos a mudar, por lo que solo conservo a algunos de la infancia.

Cuando el otro día mi madre entro a toda prisa en mi cuarto, ya suponía que algo debía de ir mal. Había venido a decirme que nos íbamos a mudar por ultima vez ya que mi padre había encontrado un trabajo fijo, una sonrisa se esbozo rápidamente en mi cara al escuchar la noticia, aun así esta no tardo mucho en desvanecerse puesto que me dijo que el lugar al que nos mudábamos era Tokio en Japón, o más bien a las afueras de la gran metrópolis.

-¿Que se le habrá perdido allí? pensé.

Al día siguiente hice las maletas a regañadientes y fui al aeropuerto con mis padres, el viaje a Japón fue bastante largo, pero no me importo ya que aproveche para acabar de leer la novela que me estaba terminando. Estábamos en primavera, y las calles estaban repletas de los arboles con las flores más bonitas y llenas de vida que había visto jamás, al llegar a nuestra nueva casa me sorprendí al ver uno de estos arboles en el jardín.

-Es un sakura. Explico mi padre

-También conocido como cerezo. Observo mi madre

Verlo era todo un espectáculo, el árbol era un grueso tronco que se dividía en la parte superior en una infinidad de ramas, de las cuales brotaban cerezas, y las flores rosas mas hermosas que se pueden imaginar, habíamos tenido suerte puesto que solo florecen en primavera 2 o 3 semanas al año.

El nuevo colegio era de estilo antiguo, con esos grandes tejados que se ven en las películas, sin embargo estaba construido con materiales muy nuevos, se llamaba Misagi y era el equivalente a un instituto en Estados Unidos. La mayor parte de las clases fueron para presentarme a los nuevos alumnos y para darme los libros que por suerte estaban en ingles (1), a la hora del almuerzo me senté con un grupo de chicos y chicas de mi clase, entre ellos estaban Kira que era un chico con el pelo castaño y bastante bajito, Karin que era una chica bastante atractiva delgada y con el pelo rizado, y otros cuyos nombres no llegue a aprender.

Al terminar el día estaba regresando a casa por un camino rodeado de cerezos en flor, cuando la vi por primera vez, unos metros más adelante había una chica mirando los cerezos con cara de satisfacción, mi mirada se perdió entre sus negros y brillantes cabellos que le llegaban un poco por encima de las rodillas, sus ojos eran cristalinos como el cielo azul, y su cara tenia las proporciones perfectas para alcanzar la belleza suprema. Cuando tenia la mirada perdida en ella, una ráfaga de viento hizo que sus largos cabellos se movieran rápidamente y que los pétalos de los cerezos se desprendieran en el aire, para crear un fugaz ambiente rosado. Entonces ella se giro y nuestras miradas se encontraron.

-Hola. Dijo ella suavemente

-Hola. Fue lo que respondí con un tono bastante más bajo

-Tu eres Kevin el nuevo ¿no? yo me llamo Shirley

-Vaya no es un nombre muy japones

-Lo se. soltó entre risitas

Estuvimos hablando un rato sobre trivialidades, me estuvo inundando de preguntas y al final descubrimos que estábamos en la misma clase.

-Bueno Kevin me tengo que ir ya nos veremos mañana

-Hasta mañana entonces

Esa noche soñé con ella, fue un sueño extraño en el que ella estaba rodeada de pétalos de cerezo y caminaba lentamente hacia mi, pero cuando llegaba me despertaba.
La semana siguiente transucurrió de forma bastante rápida, cada día nos íbamos conociendo más y me hacia preguntas cada vez más profundas, el viernes mientras estaba en clase de Ingles, se sentó conmigo y me dio conversación.

-Kevin ¿te gustaría venir el sábado al Hanami(2) conmigo?

-¿Que es el Hanami?

-Es un festival que se hace en Japón cuando los cerezos han florecido, hana es flor en japones y mi es ver

-Vale me gustaría ir

-Ah, y que no se te olvide ponerte yukata (3). Me recordó con una gran sonrisa

-Si lo se, me compre uno hace poco

-Pues nos veremos el sábado en el lago Toru ¿De acuerdo?

-Hasta entonces

Aquella noche no pude dormir de la emoción, yo ya me había dado cuenta, muy a mi pesar me había enamorado profundamente de ella, el festival era por la noche, asique tuve la mañana para dormir y el resto del día para prepararme, tuve bastantes más dificultades para ponerme el yukata de las que creía que iba a tener, cuando se acercaba la hora cogí el autobús para estar a tiempo en el lugar. Cuando llegue ella estaba esperándome, aun cuando yo había llegado antes de la hora.

Fuimos de puesto en puesto con las estrellas en el cielo, y la mirada en el suelo para procurar no caerme(4), después de divertirnos fuimos a una pequeña elevación en la que había un gran cerezo apartado de los demás, nos sentamos debajo de sus ramas para comer algo. De pronto escuchamos un estruendo, y vimos como decenas de cohetes eran disparados, uno tras otro, el cielo se lleno de un gran colorido fruto de los fuegos artificiales, en ese preciso momento una ráfaga de aire soplo y los pétalos del cerezo nos envolvieron, justo como el día en el que nos conocimos.

-Kevin....

-Shirley....

Para cuando me quise dar cuenta nuestros ojos se habían encontrado y nos estábamos abrazando, después cerramos los ojos y nos dejamos llevar por nuestros mutuos sentimientos, sus labios y los mios se encontraron , provocando un beso que me embriago por completo.
Acabamos tumbados en el suelo abrazados hablando durante varias horas, después me propuso volver a quedar al día siguiente para ir al cine que estaba al lado de la estación de autobús , a lo que acepte con mucho gusto, después nos despedimos con otro largo beso y nos fuimos.

Esa noche tampoco pude dormir pensando en ella, y eso hizo que me levantara tarde al día siguiente, y aun hoy sigo torturándome por ello, sigo pensando que todo habría sido distinto de haberme despertado a la hora.
Como me había despertado tarde perdí el autobús, asique me tuve que echar una carrera, cuando llegue contemple horrorizado una escena que se quedo grabada en mi mente y en mi corazón para siempre, vi una ambulancia que se estaba alejando a toda prisa del lugar, y el sitio en el que habíamos quedado estaba manchado de sangre, me temía lo peor por lo que fui corriendo a toda prisa al hospital local.

Cuando pregunte por ella estaba en urgencias por lo que tuve que esperar, cuando salio el medico la familia había llegado y nos dijeron que no iba a sobrevivir, el corazón se me paro en ese momento, vivir, comer, respirar.... ya nada de eso me importaba para mi, mi vida había acabado con la suya.

Aquella noche mi cama se estaba inundando con las lágrimas de dolor que no podía reprimir, de pronto pétalos de cerezo entraron por mi ventana, estaban dando vueltas en círculos hasta que tomaron la forma de Shirley, atónito dije:

-¿Shirley, eres tu?

El espíritu sorió y dijo:

-Kevin no llores, yo me he ido cierto, pero nunca dejare de estar contigo, cuando el "lazo" entre dos personas se une con gran fuerza, ni el dolor, ni la muerte son capaces de romperlo.

Dicho esto los pétalos salieron por la ventana y no la volví a ver, siempre tendré la culpabilidad de haberme dormido, pero ese día supe que pasara lo que pasara ella estaría siempre conmigo.


Se que es un tocho enorme, pido disculpas x ello :) Un saludoo y gracias por leer

1 comentario:

  1. *o*

    Yo... pues yo...
    no se que decir, me quede sin palabras :)

    Desde siempre el cerezo ha sido mi árbol favorito :) a pesar de que jamas he visto uno "en vivo".

    Creo que decir "me encanto" esta de mas!!

    Un abrazo enorme enorme!

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