miércoles, 31 de agosto de 2011

Gotas de deseo...

Hacia mucho tiempo que estaban separados, ¿meses? ¿años? quien sabe, lo importante es que hacia tanto tiempo que no se veían que comenzaban a olvidar el tacto del otro, el sabor de sus labios, el aroma de su piel, el brillo de sus ojos.



Y ahí estaba él, dejando que las gotas de su ducha resbalaran lentamente por su rostro, sin preocuparle el tiempo que había pasado quieto pensando, recordando, suspirando. El brillo de sus ojos marrones  se había ido apagando con cada noche que pasaba sin oír su respiración y sentir el latido de su pecho, se había acostumbrado tanto a ese sonido que ahora le costaba conciliar el sueño por las noches por su ausencia.

De pronto escucho un portazo en algún lugar de la casa, seguidamente la puerta del baño se abrió desvelando un rostro familiar tras la misma. Ahí de pie estaba la otra mitad de su alma, chorreando con toda su ropa y el pelo mojados, atravesándole con esos ojos oscuros como el carbón que le volvían loco.

- ¿Por que estas así?

- Llueve fuera

- ¿Que haces aquí?

- Cállate

Antes de poder reaccionar a la respuesta ya estaban besandose con locura, el sabor de sus labios no tenía ni punto de comparación con los escasos recuerdos que tenía, ni con los sueños que había tenido las últimas noches, era como la erupción de un volcan dormido durante demasiado tiempo.

Recorrio con las manos su cadera y desabrocho el humedo pantalon y aquella camisa tan ajustada que tanto le gustaba, tuvo que probar de nuevo el sabor de su piel y sentir su tacto para darse cuenta de que por mucho tiempo que estuvieran separados, siempre merecía la pena. Tras juguetear con su pelo recibio un buen mordisco en el cuello, algo que desde siempre había sido su punto más débil, no pudo resistir más y culmino su amor contra la pared del baño.

Juntos una vez más y destinados a separarse de nuevo, quien sabe si es el destino, la sociedad, o ellos mismos los que se prohiben su amor, pero lo que es cierto es que rechazan la felicidad que se les ofrece en la palma de la mano por miedo...

Entradas populares