jueves, 27 de diciembre de 2012

Pensamientos a finales de año, despropósitos y otras locuras mias

Hace un tiempo que no me siento a escribir tranquilamente para reflexionar como me van las cosas, siempre encuentro alguna excusa, como esa de tengo que estudiar para mis exámenes, o aquella otra de no puedo dejar abandonados a mi chico y mis amigos. Sea como fuere, al final nunca me siento y pasan los días con este pobre blog que con tanto animo cogí antaño y ahora parece abandonado.

Pero basta de tonterías, hoy quería tratar un tema típico de estas fechas, los propósitos de fin de año, o como los llamo yo los despropósitos. No se que es lo que tienen, pero al parecer basta con que una persona se proponga algo a finales de año para que no lo consiga, y lo mejor de todo es que no están restringidos a un área concreta, los podemos encontrar de todos los tipos y en todas las personas que podemos imaginar.

Desde el famoso iré al gimnasio todos los días, que cumplimos una semana y luego ni nos lo volvemos a plantear, hasta el estudiare al día (Típico también del principio de curso por cierto) o el increíblemente soñador daré la vuelta a mi vida este año. A veces se me ocurre que mas que esto le valdría más a la gente pedir aquello que no desea por ver si a la inversa también funciona, proponeros ganar peso, sacar peores notas o una vida social pésima, quien sabe así a tal vez engañáis a murphy y os salís con la vuestra.

Quizá echarle la culpa a murphy o al destino sea un tanto condescendiente, quizá no nos damos cuenta que entre el tiempo libre que tenemos en vacaciones, la euforia de las fiestas, o en algunos casos la copa de más que se toma alguno, se nos produce un estado de excitación que nos hace prometernos cosas que sabemos que no vamos a cumplir, o que normalmente al menos no las cumplimos. Por ello no es de extrañar que la mayoría de ellos acaben en una hoja arrugada en el fondo de un baúl.

Curiosamente yo nunca me propongo nada en estas fechas, no se si es por vaguería o por la idea preconcebida que tenía sobre los mismos, pero nunca me ponía a ello. Este año va a ser diferente, creare mis propósitos  pero no porque sea lo que se hace ni porque tengo demasiado tiempo que gastar en tareas poco importantes, sino porque 2012 me ha demostrado que cuando doy lo mejor de mi puedo lograr cosas alucinantes, por eso quería agradecer a este maravilloso año todo lo bueno que me ha dado.

En 2012 he madurado como persona, he avanzado en mi relación con los demás y con una persona en especial, he conocido el dolor, el amor, la felicidad y la desesperación, he entrado en la carrera que quería contra todo pronóstico y currando como yo solo se, he moldeado mi cuerpo que tantos complejos me ha dado siempre hasta que me ha llegado a encantar (aunque siempre quiero mejorar mas) , he obtenido nuevas perspectivas acerca de la vida y creo que he encontrado mi lugar en el mundo, soy feliz ahora, y aunque no sea todo color de rosa tengo la fuerza y el coraje para decirte que te quiero 2012, gracias por hacerme vivir como lo has hecho, con todo lo malo y todo lo bueno.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Un golpe de suerte

Sabía que me estaba mirando, lo había notado desde el primer segundo, y por supuesto estaba haciendo mi mayor esfuerzo por parecer indiferente. Un sábado por la noche cualquiera, una película ni demasiado absorbente ni tampoco aburrida, cena ligera y la combinación de sabores perfecta para que un dulce fuera la siguiente opción más apetecible.

El ambiente estaba bastante cargado incluso con el frío que hacia afuera, pero entre la calefacción y todas las ventanas de la casa fuertemente cerradas parecía más agosto que octubre en esos momentos. Había también un aire travieso en sus miradas, furtivas, acechándome  sigilosamente dejando claro lo que hacía, y aun así lo suficientemente precavido como para no desvelarse del todo, había empezado el juego del gato y el ratón.

Jugué ligeramente con el pelo mientras sonreía a un punto sin concretar del cuarto, y mientras se acercaba a paso lento pero seguro, simulando estiramientos, cambios de posturas, incluso hacer que se levantaba a por algo y luego volvía  Cuando tan solo nos separaban unos centímetros decidí ponérselo más difícil y me fui a la cocina.

Con el calor que hacía decidí inocentemente quitarme la camiseta y quedarme con el pantalón de chándal puesto, en ese momento lo único que se me pasaba por la cabeza era que me apetecía algo fresco y dulce. Al abrir la nevera me encontré con algo de fruta, unos yogures y un bote de sirope de chocolate, pensé que un yogur sería una buena opción, pero antes quería probar una gota del sirope para matar el gusanillo que me pedía a gritos que me bebiese la botella entera.

Mi naturaleza patosa tuvo que salir al descubierto cuando trataba de sacar un poco de chocolate, al ver que no salía apreté más fuerte hasta el punto de que un chorro salio disparado a mancharme el torso, no sabía si morirme de risa o maldecir al universo. Una risilla a pocos metros confirmo mi miedo de que alguien hubiera podido visualizar la escena, definitivamente mi vergüenza no podía ser mayor. Tuve un pequeño escalofrió cuando note una gota de chocolate rodear mi ombligo y caer hacía abajo, en ese momento toda la escena cambio radicalmente.

Las risas se sustituyeron por silencio, los ojos tiernos habían pasado a ser expectantes, deseosos, toda la postura de su cuerpo e incluso el como arqueaba los labios daba a entender que se iba a abalanzar en cualquier momento, y así fue. Al contrario de lo que sugería se acerco de forma sutil  poco a poco, con mucho cuidado, con la vista fija en mis labios hasta que a unos escasos centímetros de mi se cambiaron a los ojos.

Después de un beso tan corto que apenas tuve tiempo de procesar, comenzó a probar el dulce directamente de la piel, al principio delicadamente, luego apresurada e incluso se podría decir avara. Lo que en un primer momento había parecido una mala broma del universo resulto al final un golpe a mi favor, parece que al final no pudo resistir más y se rindió.

lunes, 1 de octubre de 2012

Un año muy distinto

Hace nada soplaba las velas sobre un pastel de limón casero con el toque justo de leche merengada, en una habitación oscurecida, aplausos de mi familia, el sonido del teléfono  pero no es cierto. Eso fue hace un año aproximadamente, en mi dieciocho cumpleaños. ¿Donde se han metido mis 18?

Ha sido un año que ha pasado rápido y a la vez lento, miro hacia atrás y me parece que fue ayer cuando llevaba una rutina sencilla sin ninguna preocupación de más, y a la vez siento que fue hace más de una década. Es curioso como el tiempo se puede moldear y prácticamente escapar de nuestras manos, pero sin embargo al mismo tiempo moldea nuestra vida y crea todos los acontecimientos de los que nos rodeamos. Reflexionar lo que ha cambiado mi vida durante los 18 años podría llevarme muchas hojas y horas escribiendo, pero os lo resumiré con los acontecimientos más importantes en mi opinión.

Hace algo más de unos once meses conocí a alguien, una persona como podría ser otra cualquiera. Al principio descubrí que ambos compartíamos aficiones a montones, luego vinieron los gustos musicales  después incluso preferencias, historias, y cada vez me iba metiendo más y más en un remolino en el que él ocupaba el centro y yo era un solitario barco navegando hacia su inevitable destino.

Entre en un nuevo mundo lleno de curiosidad y cautela, primero fue la primera vez que nuestra piel entro en contacto, después esas sonrisas traviesas que se deslizaban por el cuarto entre lineas, a eso lo siguió la película juntos, y finalmente ese primer beso. Desde ese mismo momento aquel 28 de octubre de 2011 mi vida dio un giro de 360º.

Contigo descubrí lo que era ser amado de verdad, lo que era amar, lo bueno y lo malo, las noches llenas de besos y caricias, las horas que parecían segundos en compañía del otro, el fuego dentro del corazón, las palpitaciones a mil por hora, la ilusión por verle, las discusiones tontas que siempre acababan en besos, las más serias que nos tenían preocupados y con las que lo pasábamos tan mal, los planes de futuro y las esperanzas que trajiste a mi vida.

De pronto y sin saber muy bien en que momento algo cambio, pasaste de ser esa persona a la que apreciaba tanto y quería a la persona de la que me había enamorado, el significado de las cosas cambio, así como su valor y sus consecuencias, la vida abría una vez más sus puertas expectante. Entonces el "yo" y "tu" paso a ser el "nosotros" y entonces fue cuando vi el cuadro completo, fue entonces cuando la perspectiva me ayudo a saber que lo que necesitaba, lo que ansiaba, lo que yo quería para hoy, mañana, y siempre lo tenía delante de mis ojos.

Supongo que releyéndolo y pensando bien has sido "el cambio" en mi vida, contigo he madurado, aprendido, cometido errores, he sido muy feliz, me has hecho vivir. Es en estos momentos cuando te das cuenta de que todas las cosas que te pueden molestar o hacerte mal, son simplemente ridículas en comparación a la imagen completa, en comparación a nuestro amor.

Por eso hoy, que empiezo un nuevo año con 19, se que lo que me depara el futuro no puede ser nada más que éxito y felicidad, y ¿sabes porque? pues es obvio, porque tu estas en ese futuro feliz, conmigo, dándome de la mano en ese porche con las olas del mar sobre nuestros pies, justo como en nuestros sueños.

 Te quiero tonto!


domingo, 23 de septiembre de 2012

Siempre estaré ahí...

Hay días en los que con la mirada observas tu vida en perspectiva y no se te ocurre nada bueno que decir de ella, momentos en los que te llevas decepciones, desilusiones, te ocurre algo malo, te da un bajón etc. Y saber encajar estas cosas dentro de una relación es una tarea clave, y además no es solo el que las sufre el que tiene que poner de su parte.

Ciertamente se que a veces puedo ser algo orgulloso y gruñón, tal vez tengo miedo de que un día dejes de quererme, o simplemente es mi forma de demostrarte todo lo que me importas. Puede que influya el hecho de que te tengo idolatrado, te veo como a ese ser celestial esculpido en puro mármol que no puede cometer errores y cuyo futuro es tan brillante como la estrella mas luminosa del universo, tengo mucha fe en ti y creo a ciegas en que conseguirás todo lo que te propones. De todas formas, ahora es un momento difícil para ti lo se, y solo quería que supieras que me encantas y que tienes todo mi apoyo ya lo sabes.

Odio ver que sufres y tienes problemas, empatizo contigo y noto tu dolor y sufrimiento, y solo quisiera por una vez ser mago, tener un poder mágico que consiguiera rodearte y aliviar tu pesar, hacerte saber que todo va a ir bien, que pase lo que pase yo siempre estaré ahí y te querré, en lo bueno y en lo malo, en los momentos alegres y en los tristes, en los tiempos difíciles y en los relajados.

Aun tengo en mi cabeza nuestra cena de ayer frente al ordenador, disfrutando juntos de la velada mientras veíamos a nuestra gordilla juzgar a la gente y poner unas caras realmente extrañas. También recuerdo mi agrio despertar, y como supiste amansarme y hacer una vez más que mi corazón latiese a mil por hora entre tus brazos. Tienes esa extraña habilidad de hacerme perder por completo el sentido del tiempo y del espacio, y hacer que mi única dimensión y realidad seas tú.

Por eso no desistas amor mio, lucha contra las injusticias de este mundo, ábrete camino entre la maleza y sal a brillar al campo, pelea, consigue tus objetivos y triunfa pues eres grande y lo sabes. Eres humano y te cansaras por tu viaje, habrá momentos en los que no puedas más y te quieras dar por vencido, o en los cometas errores. Te digo ya, no te preocupes, yo abriré mis brazos cuando necesites un pecho sobre el que descansar, te daré consejo cuando te halles perdido, y sin pensarlo dos veces te entregare mi corazón cuando tu sola mirada lo reclame.

martes, 28 de agosto de 2012

Un día en mi corazón

Diez meses han pasado hoy desde ese primer beso con el que empezó todo. Desde el principio suscitaste un repentino interés en mi, al hablar contigo pasaban las horas como si fueran segundos, los temas de conversación nunca se acababan, sabía que era algo especial. Paso el tiempo y me enamoraste con tus bellas palabras, tu amable ser y el descubrimiento de la gran persona que eras. He sentido que el amor que profeso por ti iba creciendo poquito a poquito cada día que pasaba, queriéndote siempre más que ayer.

Diez meses en los que ha habido risas, lloros, alegrías, decepciones, mucha felicidad y mucho esfuerzo, han sido diez meses en los que se podría decir que me he sentido más vivo que nunca. Por ello me hace tanta ilusión este día, significa muchísimas cosas para mi y aunque suene muy tonto me alegre mucho cuando hoy dieron las doce de la noche.

Tachando los días en el calendario veo que solo me quedan tres más para verte, la emoción recorre mi cuerpo y la adrenalina fluye por mis venas, mis sentimientos quedan descubiertos en el exterior y solo puedo estar impaciente por volver a verte.

Quiero ver de nuevo esa sonrisa sincera y personal, esa cara de despiste cuando te pones a pensar de pronto en otra cosa, quiero verte sentado en la silla de tu cuarto comiendo galletas o alguna fruta mientras haces otra cosa, quiero verte preparar esas comidas que con tanto cariño elaboras, o jugar a alguno de esos juegos que nos gustan tanto.

Quiero notar el tacto de tu piel una vez más, saborear tus labios y recordar como se siente estar en el paraíso. Quiero que me lleves de nuevo a ese rincón mágico y especial que es solo nuestro, que nos tumbemos en tu cama, que nuestro amor inunde la habitación y seamos uno una vez más. Quiero sonreír contigo y recostarme gentilmente a tu lado, y mientras las luces del día dan paso a la noche cerrar los ojos con calma y pegarme a tu cuerpo desnudo entre las sabanas, saber que me siento seguro y protegido, y dormir a tu lado esperando a despertar feliz de nuevo por estar contigo.

jueves, 23 de agosto de 2012

De las cenizas mejorado

El sopor se adueña de mi cuerpo mientras escribo estas lineas, pero no puedo evitar expresar la bomba de sentimientos en la que se ha transformado mi corazón en los últimos días.

Tal vez fue el hecho de darnos cuenta de lo que perdíamos lo que nos hizo reaccionar por fin, lo que nos hizo volver atrás en el tiempo y como el ave fénix renacer de nuestras cenizas. El día que casi te perdí note que todo mi mundo se fragmentaba en mil pedazos, nada me reconfortaba y todo era oscuridad, por eso cuando me llamaste al día siguiente, no pude hacer otra cosa que estallar de felicidad y pasar a ser el hombre más feliz del mundo.


A partir de ese momento no paro de contar las horas que me faltan para verte, me paro en seco imaginando como beso tus labios o acaricio tu piel, el recuerdo de tu aroma me cubre cuando me tumbo en la cama. Cada conversación contigo es como un soplo de aire fresco, un recordatorio de lo mucho que nos amamos y del feliz futuro que nos espera por delante.

Tengo el miedo y la duda en mi mente y corazón, pero ahora significan algo distinto, ahora están ahí recordándome lo afortunado que soy de tenerte. Es como la sensación de tener un puzzle de mil piezas con una que falta, y de repente encontrarla en el bolsillo de tu chaqueta, siempre había estado ahí, es solo que eras demasiado obstinado y cabezota como para verlo.

Atesoro todos nuestros momentos como algo muy preciado, desde la charla más tonta hasta la más empalagosa, creo que lo único que me falta ahora es volver a tenerte entre mis brazos, para así poder sentirme completo de nuevo. Te amo con todo mi corazón mi vida, ten claro que siempre seras mi tonto.

domingo, 19 de agosto de 2012

Faro en la noche oscura

No se que tengo que hacer, siento que estamos siendo tan naturales como siempre y todo va bien, pero tengo miedo pues te noto apático y deprimido. Siempre serás ese rayo de luz que enciende mis noches sombrías, por eso cuando te veo mal quiero ser el faro que consiga hacer que tu barco llegue a buen puerto.



Quiero compartirlo todo contigo como siempre, pues te metes en una relación sabiendo que tienes que aceptar tanto lo bueno como lo malo, y sabiendo que hablareis de ambas cosas, aunque si te soy sincero al final hasta lo malo se aprecia, pues es al fin y al cabo parte de ti, y lo que te hace ser quien eres.

Solo quisiera saber que palabras decirte para sacar esa sonrisa de tus labios que consigue ruborizarme en pocos segundos, poder abrazarte tranquilamente y darte un beso para que sepas que todo ira bien, me siento impotente sin poder darte todo el cariño que veo que necesitas ahora mismo. Pero quiero que no dejes de saber que aun lejos estoy aquí, a cualquier hora del día, en cualquier momento de la noche, solo para ti.

Tal vez este es tan buen momento como otro cualquiera para decirte que consigues que me supere más que cualquier otra cosa, eres el motivo de que quiera mejorar cada mañana, y dar lo mejor de mi cada día. Eres mi tonto lo sabes, y por cada uno de los días que nos han separado te daré un beso apasionado que te hará olvidar todo lo malo, te haré sentir tan bien que todo el mundo desaparecerá a nuestro alrededor hasta que quedemos solo tu y yo.

Y ahora un pequeño poema para ti:

Luz en mi noche más oscura
Destello de un amor sin pecado
Estanque del agua más pura
Fruto del árbol prohibido

Se el portador de mis deseos y mis esperanzas
Toma mi corazón en tus manos y retenlo entre tus brazos
No lo aprietes demasiado pues lo asfixiaras sin remedio
Pero tampoco dejes que se escape, o se ira con desenfreno

Nunca se te ocurra olvidar ni por un momento lo mucho que te amo, con cariño de tu tonto.

PD: No soy Jose de Espronceda no seáis meticulosos con el poema que es un detalle :P

viernes, 17 de agosto de 2012

Juntos podemos con todo

A veces me asusta pensar en muchas cosas a las que no debería darle vueltas, como el que puede que no estés siempre ahí para mi, o que algún día lo nuestro acabe. Estos días he adaptado a mi modo de vida el hecho de que pienso disfrutar nuestra relación al tope, todo lo que dure, y aunque tengo planeado que dure para siempre, no voy a dejar que el temor a que no sea así enturbie la felicidad que me rodea en estos momentos por ser lo suficientemente afortunado de tenerte.

Cuando duermo abrazo la almohada con cariño pensando en ti, y recordando esos largos abrazos que siempre terminaban en besos y muchos mimos. A veces me sorprendo en la ducha quieto, con el agua cayendo por todo mi cuerpo y sin hacer nada, teniendo un pequeño flashback de aquellos baños en los que te tenia a mi lado y nos enjabonábamos juntos. Incluso cuando me hago un sandwich o algo de comer echo de menos tu voz diciéndome que le debería añadir esto o lo otro o tal vez quitarle algo.

Vivo la vida en el norte disfrutando de mis momentos en el mar y con mis amigos, pero a la vez mi cabeza y mi corazón anhelan algo más, quieren poder compartir todo esto contigo. Se que te encantará cuando lo veas, desde la blanca arena hasta los verdes montes de este lugar enamoran a la vista, y también la claridad con la que se puede ver el cielo estrellado desde la orilla de la playa.

Aunque quitando toda la escenografía fantástica se perfectamente cuales son mis prioridades, se que te necesito a tí, tanto como al aire para respirar o al agua para poder funcionar. Eres mi chispa vital, la razón por la que cada mañana tacho un día en el calendario sabiendo que este es uno menos de los que faltan para vernos.

Siento que podría estar las 24 horas del día contigo el resto de mi vida y nunca me aburriría ni me cansaría de ti, y cuando tienes tan claro algo así, las pequeñas cosas se vuelven totalmente insignificantes. Te amo tonto, y se que este va a ser un gran año para los dos, tanto profesional como personalmente, y lo se porque ambos seremos la fuerza del otro, juntos podemos con todo.

jueves, 16 de agosto de 2012

Peliculas de miedo

La chica gritaba pero nadie la oía, corría a más no poder mientras el asesino en serie la perseguía ansiosamente y con aspecto macabro. No podía quitar los ojos de la pantalla, era esa sensación de adrenalina que me envolvía cuando veía una película de miedo la que me había vuelto tan adicto a ellas, aunque luego nada más verla me arrepintiera siempre.


La chica giro un callejón y al abrir una puerta una oscura cara se enfrento a ella y la atravesó el corazón con un puñal, me pegue un susto bien fuerte y estruje mi cara contra el pecho de mi acompañante. Mientras el miraba la película sin inmutarse casi comenzó a reírse por mi reacción y a acariciarme suavemente el pelo. No le daba ningún miedo y comenzó a abrazarme de forma más fuerte mientras me acariciaba con su barbilla y adaptaba esa postura sobre-protectora que tanto me gustaba.

Cuando se termino me abrace muy fuerte a él con el miedo todavía en el cuerpo, me miro a los ojos un segundo y después me beso con ternura. Siguieron los besos por el cuello hasta la oreja, y cuando llego a ella susurro delicadamente a mi oído - "No te preocupes tonto no tienes nada que temer, yo siempre te protegeré" - Y de alguna forma le creí, y todo el miedo desapareció, y fue rápidamente sustituido por esa cálida y maravillosa sensación de sentirte tan a gusto y cómodo entre los brazos de tu amado.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Olas de sentimiento

Rugido de olas en la distancia, la suave arena rozando mis pies, y un cuerpo desnudo en el agua invitándome a acercarme con decisión. Al tomar contacto con el agua del mar tuve un pequeño escalofrío, estaba cálida comparándola a durante el día, pero a la vez fría si comparáramos con un mar del sur.

La marea bajaba y todo estaba tranquilo, pocas eran las olas que rompían contra nuestros cuerpos mientras la distancia entre nosotros se acortaba. La luz de la luna llena hacia que su piel brillara en la oscuridad, al tacto era suave y totalmente un regalo para la vista. Su cuerpo me atrajo al instante y me atenazo sin miedo ni duda para no permitirme alejarme, todo mi cuerpo reacciono y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobro vida propia en el momento en el que nuestros labios se rozaron de nuevo.


Del mar del norte me teletransporté automáticamente al paraíso una vez más, todo mi ser me lo decía, desde los latidos incansables de mi corazón hasta mis manos que no podían evitar recorrer su cuerpo de arriba a abajo. A él le encantaba jugar con mi pelo mientras me acariciaba la cara con la nariz, simulaba el ronroneo y los maullidos de un gato consiguiendo que se me terminara de derretir el alma.

Cuando me miro a los ojos con esa mezcla de ternura y pasión supe que era el amor de mi vida, supe que estaba destinado a hacerle feliz y el a hacérmelo a mi. Me agarre con las piernas y brazos a su cuerpo como si fuera un koala y comencé a besar su piel, se me escaparon un par de lágrimas de felicidad y entonces comprendí el momento, solo necesitaba estar cerca de el para llenarme de vida, porque esto es amor, este sentimiento indescriptible que me hace sentir en el cielo aun estando con los pies en la tierra. Le amo sin pensar en nada más, con todos mis miedos e inseguridades y con todo mi corazón, todo es para ti, te amo mi vida.

martes, 14 de agosto de 2012

Un menú inolvidable

El profesor llevaba mas de una hora y media explicando el tema, anatomía me gustaba por lo general pero el hombre era auténticamente pesado y se repetía mucho. De hecho lo que estaba diciendo ya lo había apuntado, así que me dedique a mirar el reloj de la pared y lanzarle bolas de papel a mi compañero de mesa.

Cuando por fin nos dejaron marchar salí corriendo por la puerta en dirección a la biblioteca, quería hacer todos los recados que tenía que hacer y largarme de allí cuanto antes, al fin y al cabo hoy era un día especial. Revise los libros una vez más y decidí cuales eran los que mas gustaban, los apunte en un papel para poder comprarlos en un futuro, y sin más dilación me fui pitando de allí.

Cogí los metros habituales procurando ponerme en el vagón exacto para salir cuanto antes y tardar el menor tiempo posible, subía las escaleras corriendo, y por la calle la gente me miraba extrañada de que fuera tan a lo loco. Después de cruzar el dichoso semáforo que tarda la vida en ponerse en verde gire a la derecha de la iglesia, baje los escalones, y unos metros más adelante ya estaba el portal.

Llame con entusiasmo y no hubo contestación más que el sonido del timbre abriendo la puerta, subí por las escaleras sin ganas de tener que esperar al ascensor y llame a la puerta de su casa. Cuando esta se abrió no tuve tiempo a reaccionar, pues unos brazos me cogieron por la cintura y me apretaron fuertemente sin intención de dejarme marchar, sin embargo tras un bonito beso en la mejilla se fue rápidamente a la cocina, parecía ocupado.

El olor a queso fundido de la pizza casera que se estaba haciendo a fuego lento en el horno impregnaba toda la casa, eso era lo que tenia tan ocupado, cuando tuvo un momento libre me puso una venda en los ojos me sentó en el sofá del salón y me pidió que esperase. Escuche pasos yendo y viniendo pero no podía ver nada, tenía ganas de hacer trampas y ver que estaba haciendo pero preferí dejarle que me sorprendiera. Al minuto me susurro unas dulces palabras al oído y beso mis labios con ternura.

El menú estaba muy bien preparado, sin darme la oportunidad de quitarme la venda en ningún momento fui probando todos los platos que con tanto esmero y cariño me había cocinado. Comenzaron unas tostadas recién hechas con queso fundido y tomate de las que sabe que adoro, después me dio a probar un trozo de esa tortilla con cebolla que siempre nos gusta compartir, hasta que al final me dio a probar la pizza con toque de barbacoa cuyo sabor hizo agua mi paladar.

Cuando pensaba que no podía con mas me introdujo una fresa con nata montada en la boca y después un bollo relleno de crema delicioso. Al terminar el banquete me dijo que iba a darme a probar una última cosa y que tenía que adivinar que era si quería que me quitara la venda de los ojos. Abrí la boca expectante y me beso apasionadamente, tarde un rato en darme cuenta pero tenia la lengua recubierta de chocolate, así que se lo dije y por fin pude ver.

Despues de ver la tele y bajar porfin la comida comence a juguetear y desabrochar los botones de su camisa, mientras le desvestía me miro fijamente a los ojos y me dijo que me amaba. Entonces sellamos el momento con un nuevo beso e hicimos el amor sin más preguntas. Sigue siendo la sensación más maravillosa del mundo compartir tu cuerpo con tu otra mitad por unos instantes, sentirte completo al fin de nuevo, saber que nada os separa en ese momento y estas unidos por algo más que las palabras o los gestos, algo que hace que desee verte a cada minuto que pasa este donde este y haga lo que haga.

Te quiero tonto.

lunes, 13 de agosto de 2012

Dias venideros

Nunca me ha gustado dormir con la persiana abierta, siempre se cuela luz y me despierto con mucha facilidad o me cuesta mucho dormirme, pero en ocasiones como esta hay que tener la persiana subida y la ventana abierta si no quieres morir de calor.

Tal vez los rayos del sol me habían alcanzado hacia una hora o tan solo unos segundos, pero lo que si sabía era que eran los responsables de haberme despertado. Me moví un poco hacia mi izquierda hasta notar un gran brazo impidiéndome el camino, aunque en realidad lo que hacia era protegerme y cubrirme durante la noche. Mis sentidos comenzaron a agudizarse de nuevo y entonces note el calor de tu piel contra la mía, los suaves latidos que tu corazón manifestaba contra mi espalda, y tu dulce respiración emanando ese aliento matutino con el que muchas veces bromeamos.

Cuando ya me sentía con fuerzas suficientes me acerque poco a poco a tus labios para desprender un beso de buenos días, sea cual sea la situación y sin importar cuantas veces se repita, besarte sigue siendo tan emocionante e increíble como lo era el primer día viendo Amelie. Cuando fuiste consciente del beso gruñiste un poco y me apretaste contra tu pecho, entre que tus brazos me rodeaban y tu boca pedía un segundo repaso sonó el despertador sin piedad.

Rápidamente me levante a apagarlo y a darme una buena ducha, tras comprobar que la temperatura del agua era la correcta me dispuse a cerrar la mampara, hasta que note tu mano recorriendo mi cintura y tu sonrisa juguetona pidiéndome guerra.

Tras la ducha me apresure a vestirme rapidamente, llegaba tarde otra vez por el, pero no me importaba había merecido la pena. Cogi las llaves de nuestra casa y me apresure a darle un beso de despedida, como no estaba sin ropa por casa asique no pude evitar que la mirada se me desviara ligeramente, nos despedimos brevemente y le deje desayunando.

Cogí el coche para irme al hospital y con una sonrisa me despedí con la mirada puesta en la puerta de nuestro hogar.

domingo, 12 de agosto de 2012

Entre el vapor

Rozo su espalda levemente con los dedos, se oía de fondo la cera de las velas derritiéndose sobre la fina superficie de mármol, aun así no era suficiente para distraer aquel momento, es más lo que hacia era ambientarlo incluso más que la canción de marie digby que habían puesto de fondo, le daba un toque personal, casi mágico.

El resto de detalles de la estancia habían sido planificados cuidadosamente para propiciar ese ambiente, desde el olor de las sales en el agua de baño hasta el color rojo vivo de las toallas. La luz de las velas hacia que la madera desprendiera calor, y hacia que la piel tuviera un efecto mucho más vistoso. Se podría decir que todo estaba al detalle.

La suave silueta sentada al borde de la bañera tenia una pinta apetitosa a los ojos de su amante, bañada por la cálida escena jugueteaba con los ojos invitando a acercarse. Con mucha calma se fue acercando desnudo hasta el baño, se percato del ligero aroma que impregnaba el ambiente cercano a la silueta, todo lo que tenia a su alrededor le hacia ser cada vez más irresistible.

Se acercaron a apenas unos escasos centímetros de sus labios, tan cerca que notaban la respiración del otro caer por sus rostros. Sus miradas estaban fijas, entrelazadas, hablando por si mismas, después de una leve sonrisa del que estaba sentado se acercaron para besarse, y de pronto el sentado se desvaneció entre el vapor.


La confusión y el miedo se apoderaron del corazón y la mente del amante restante, tuvo dudas, remordimientos, inseguridades que hasta la fecha nunca habían osado tocar su corazón, hasta que comprendió la situación, se tapo con la toalla y salio de la habitación.

domingo, 5 de agosto de 2012

Al acecho

Cuenta la leyenda la historia de un hombre tan bello que podía conseguir aquello que se le antojara, hombres y mujeres caían rendidos ante la perfección de sus pómulos, la robustez de sus músculos, el esplendor de sus ojos y la suavidad de sus facciones. Tan en alta estima se tenía que a cada espejo que veía se posaba horas desnudo simplemente contemplándose, incluso amándose a si mismo. A tal punto llego su locura que un día trato de observar su reflejo en un lago, con tanto ímpetu lo intento que al final tras inclinarse se cayó al lago y al no saber nadar murió ahogado.

Narciso era su nombre, y se refleja perfectamente en el una de las cualidades del ser humano, el egoísmo. Solo pensaba en el, solo actuaba para el, solo vivía para el. Porque muchas veces este es nuestro comportamiento ¿verdad? muchos actúan por mero instinto, desesperación tal vez, pero al fin y al cabo egoísmo, tan acusado que no pueden ver más allá de sus propias narices, justo como narciso, que no se dio cuenta del peligro hasta que estaba con el agua al cuello y ahogándose en su propio pecado.

Seamos sinceros, tenemos que ser algo egoístas por mera supervivencia, en el sentido por supuesto de que tenemos que pensar en nosotros y cuidar de nosotros mismos, pero ¿porque la gente que solo hace eso no llega a ser feliz? Existe un placer muy particular en hacer bien con otros, no se exactamente que es, pero si se que llega incluso a ser adictivo. Ese sentimiento de que has hecho que alguien sea un poco más feliz, o al menos un poco menos miserable, ese viejo refrán de hoy por ti mañana por mi que hace que te guardes "un as en la manga"

Tal vez todo esto que estoy diciendo no sean más que chorradas, pero me intriga pensar que todos nuestros comportamientos pueden deducirse a la pura lógica, aunque lo más probable es que no sea así. En mi caso no se que pensar, nunca me he sentido cómodo solo sin tener gente a mi alrededor, soy una persona que desprende mucho cariño y que a la vez lo necesita, tal vez en ciertos puntos incluso me vuelva dependiente o adicto a este cariño.

Lo que me vuelve un adicto de verdad es el que creo es el amor de mi vida, tal vez sea pronto para decirlo, tal vez solo sea un joven ingenuo que aun no ha vivido lo suficiente para saber lo que le deparara el futuro, puede que solo sean tonterías mías. Pero me da que pensar el hecho de estar abrazando un cojín a las cuatro de la mañana mientras pienso en ti, o desvelarme una noche para verte cuanto antes, o tal vez aparecer en tu casa a las tantas de la mañana, soñar contigo, fantasear contigo, desear estar a tu lado a cada segundo.

No se como he acabado hablando de esto después de como empecé, pero bueno lo que intento decir es que en esta vida puedes conseguir cosas maravillosas, pero siempre va a haber gente que este dispuesta a arrebatártelo todo practicamente sin pestañear. Estad atentos todos aquellos que hayáis atesorado algo importante, pues los cuervos llaman a vuestra puerta, ansiosos por llevarse el codiciado premio que entre vuestros brazos pegado al corazón intentáis proteger, nunca bajéis la guardia.

domingo, 29 de julio de 2012

Caída libre

Espero no estar equivocado, espero que todo este tiempo de reflexión y pensamientos haya servido para algo...

Estoy reteniendo muchos de los impulsos que solía tener hasta hace muy poco, acciones, decisiones, palabras, cantidad de cosas, y poco a poco se va convirtiendo más en rutina, paso a paso me va costando menos pasar página y avanzar hacia el frente. Aun quedan resquicios del resquemor en la herida, cicatriza y esta cerrada, pero aun se esta curando y a veces escuece, en ocasiones se hace duro continuar, pero no me queda otra opción.

Son muchas cosas las que me hacen tener la visión actual, menos infantil e inocente, más pesimista probablemente, o tal vez este siendo realista. Me da pena abandonar la dorada carcasa que tenia antes, pero aceptar la realidad es lo único que me va a hacer sobrevivir, y no puedo verlo todo de color de rosa cuando las cosas van bien porque luego pasa lo que pasa, que te estrellas contra el suelo.

Estoy en parte algo entristecido por ser así, pero no puedo extrapolar mis sentimientos y pensar que todo se me corresponderá de la misma forma, cada persona es única y tiene su propia forma de ser y actuar, y las circunstancias y lo que es la vida nunca se interpreta igual por personalidades distintas.

Tengo miedo del futuro, voy a abrir mi corazón y entrar con fe ciega, no pienso mirar hacia abajo aunque se que la caída es muy alta, cruzare el precipicio procurando no caerme, confiando en que una mano me guiara al otro lado. Se que hay posibilidades de que me caiga, pero no me llevare paracaídas, porque aunque en caso de caída me vendría de perlas aumenta mi peso y también lo hacen las posibilidades de caerse, prefiero arriesgarme a la caída libre. Y si aun así cayera hasta el fondo del abismo, aunque con todos los huesos rotos solo tuviera fuerzas suficientes como para traer oxigeno a mi cuerpo, se que me levantare, y si no puedo se que prefiero vivir con eso a vivir sin todo lo demás.


miércoles, 25 de julio de 2012

Mi elección

En ocasiones hace falta algo más que abrir los ojos, para ver lo que nuestras pupilas intentan ocultarnos. 

El agua cálida caía por el grifo a un ritmo constante, a veces variaba su temperatura, pero nunca su fluidez, en aquella estancia a oscuras en la que la única pista de existencia era el sonido del agua chocando con el agua. Una pequeña luz se encendió tímida ante la oscuridad, la responsable una simple cerilla en la mano de alguien con tantas esperanzas y deseos como estrellas en el universo. Poco a poco fue encendiendo cada una de las velas que rodeaban la bañera que cada vez se llenaba más y más, se dejaba ver una sonrisa entre sus labios por cada nueva llama que aparecía, mientras a la vez se maldecía por dentro por no tener las sales apropiadas, pero bueno eso era secundario.

Su amado torció la esquina hasta quedar ambos mirándose fijamente, nunca olvidaría lo que sintió al conocerle, pues cada vez que aquellos ojos verdosos atravesaban los suyos todos esos recuerdos renacian en su interior. Sus sentimientos no hacían más que crecer, cada día se volvían más fuertes, y se reavivaban de nuevo con esa sonrisa que le estaba brindando una vez más su compañero. Tal vez no fueran perfectos, quizás las cosas no habían ido todo lo perfectas que hubieran deseado, puede que a veces las cosas pudieran estar en su contra, pero eso nunca dejaría que los derrotase.

Mientras las llamas hacían brillar su piel blanquecina vio como se acercaba a paso tranquilo la persona más importante de su vida, confiado y seguro de si mismo, con una sonrisa en la boca y una mano en el corazón, introdujo un pie en la bañera mientras sus labios ansiaban caprichosos los de su amante. Se sentían fuertes y seguros y consumieron su amor uniendo sus cuerpos, sus mentes y sus almas, pero ni siquiera una unión tan fuerte esta libre de los designios de este mundo.

Su vida continuaba por el río de la vida, pero los carroñeros estaban al acecho, y su amor fue puesto a prueba. Aunque a veces las cosas parecían que se les iban de las manos, finalmente se amaban tanto que no podían evitar caer rendidos en los brazos del otro, una unión tan pura que solo podían concentrarse en luchar contra todo pronostico para poder estar juntos.

Pero uno de ellos se asusto, el miedo, las dudas, y toda la desconfianza inundaron su corazón y sus pensamientos nublaron su buen juicio. Quería arreglarlo pero sabía que no podía, quería remediarlo pero se sentía atrapado en una jaula dorada que no le dejaba actuar, al menos no sin la mano del otro para guiarle. Sin embargo aunque logro superar la prueba una vez más seguía sin sentir que todo iba bien, pensaba que la llama que tan fuerte había ardido en un pasado se estaba extinguiendo mientras su amor se desgastaba con el paso del tiempo, y no quería que nada de eso pasara. 

Contra viento y marea su amor perduro y las dudas se fueron de su cabeza por fin, el hecho de que casi perdiera a su alma gemela le hizo abrir los ojos mucho más de los que los había abierto en su vida. La desconfianza paso a ser esperanza, las dudas se convirtieron en deseos, y su corazón recobro la fe en todo lo que siempre creyó con seguridad.

Se aman con locura, aunque parezca frágil es un amor fuerte y especial, aunque haya problemas es un tesoro que guardar ante todo villano, es una delicada pieza de coleccionista destinada a la preservación y la grandeza, es la ultima melodía compuesta por un escritor cuyo amor lo llevo al éxito, la ultima obra de un pintor en su éxtasis, o un simple poema que contrasta con sus sentimientos contrariados. Le ama tanto que sus dedos escriben letras pensadas solo para él, destinadas a intentar cautivar al corazón y la mente que lo mantienen cautivo a él las 24 horas del día los 365 días del año, estas mismas letras que solo desean no tener que escribirse, pues eso significaría que el estaría a mi lado y entonces la añoranza y melancolía no serían mas que un amargo recuerdo de otro tiempo más oscuro, pero todas las luces tienen sombras.

Ojala sientas lo mismo que yo amor mio, porque lejos de estar desgastado mi corazón late por ti más fuerte que nunca.

Ojala pienses igual vida mía, porque un día contigo vale más que un año en el paraíso, pues sin ti eso solo puede ser el infierno.

Ojala tu corazón anhele lo mismo que el mio, pues solo me imagino esta vida agarrándote la mano en un porche lejano, con el susurro del mar sobre la playa iluminada por un bello manto de estrellas.


Aunque se que debería escudar mi corazón ante la posibilidad de tu marcha, he elegido eliminar esa posibilidad, he elegido caminar a tu lado ante las sendas oscuras, he elegido soportar tus cargas como si fueran mías, he elegido luchar contra todo pronostico para que nuestro amor florezca, he elegido amarte hasta el final de los tiempos... e incluso mas allá.

domingo, 3 de junio de 2012

Te añoro...

La sangre corre por mi cuerpo, mientras tanto mis venas y arterias rebosan de adrenalina, haciendo que cada uno de mis sentidos se sobre active cada instante del día. Los segundos, los minutos, y las horas pasan demasiado rápido, pero a la vez demasiado lento. No tengo casi tiempo para estudiar, y a la vez falta una eternidad para que me examine y todo pase, en verdad la relatividad es una puta y la odio.

Pasa el tiempo y los platos de comida vacíos se amontonan a mi alrededor, siento cada vez una sensación de ansiedad mayor en mi interior pero procuro obviarla, intento concentrarme en los problemas, en la teoría, en dejar de pensar en todo lo que me apetecería hacer en ese momento que no estoy haciendo.

Miro a mi alrededor y no te encuentro con la mirada, mis ojos se paran en la silla vacía que sueles coger cuando vienes para sentarte a mi lado, de ahí pasan al sofá en el que me encanta besarte y tumbarme a tu lado, y después descansan en mi mano vacía, abierta esperando a que la cierres con la tuya. Mis hombros también añoran el tacto de tus brazos rodeándolos, al igual que mi cuello el calor de tu aliento, que mis labios el sabor de tu cuerpo, mi nariz el aroma de tu piel, mis dedos la suavidad de tus cabellos...

Todo mi cuerpo se revuelve esperando que vuelvas, teniendo fe en que la otra pieza del puzzle venga para estar completos. Solo quiero que termine toda esta mierda, dejar de sentir que me juego mi futuro en un par de horas, solo quiero abandonarme desnudo entre tus brazo una vez más, y simplemente dejar de pensar.

miércoles, 25 de abril de 2012

¿Por que lo sé?

Es curioso como a veces las cosas se vuelven tan ambiguas y subjetivas, ámbitos tan poco concretos que son imposibles de generalizar o de crear normas al respecto. Supongo que los sentimientos de las personas funcionan así ¿verdad?

Amor, esa palabra que tiene mil y un significados, que mucha gente utiliza a la ligera, que parece que cuanto más investigas menos sentido tiene. Se hacen grandes locuras por amor, tonterías, se cometen errores, se tienen ilusiones, es todo tan complicado y tan poco claro. Pedir consejo es arriesgado, pues lo que funciona en unos supone el fin de otros, y una mala decisión impulsada por terceras opiniones puede poner las cosas muy crudas, de todas formas no quería entrar en esto.

Lo que me fascina de verdad es la típica pregunta ¿le quiero? ¿me quiere? ¿como puedo saberlo? Porque claro, siempre te encuentras al listillo que te dice: "no te preocupes, cuando encuentres a la persona lo sabrás" y claro, eso pues como que no te inspira mucha confianza, te crees tu más listo y piensas que esa persona esta diciéndote lo típico, pero es que joder... es así de fácil en realidad.

Un día te das cuenta de que conoces a alguien con quien hablas mientras el mundo sigue girando, con la que los minutos pasan como si fueran segundos. El primer beso es como una explosión en vuestro interior, la primera caricia como un velo de terciopelo que cuida generosamente de tu piel, y la primera vez que lo hacéis el resto del planeta desaparece para que solo estéis vosotros.

Y así me siento, me encanta hacer el amor contigo, me encanta oírte hablar durante horas, verte todo lo que pueda, quedar, cenar, andar, todo lo trivial a tu lado cobra significado. ¿Es posible que todo lo abstracto que es el amor lo pueda ver ahora tan claro? Supongo que todo lo que necesitas es encontrar a la persona adecuada.

¿Porque se que estoy enamorado? Por todo lo dicho anteriormente y muchas más razones, pero quitando la lógica simplemente lo se, así de sencillo.

jueves, 19 de abril de 2012

Merece la pena

Últimamente están pasando muchas cosas muy rápidamente en mi vida, son cambios y acciones tan espontaneas que apenas tengo tiempo de reaccionar ante ellas. En este preciso momento de mi vida me siento afortunado de tener lo que tengo, pero a la vez obligado a luchar por mantenerlo con uñas y dientes como prometí a cierta persona hasta el último aliento.

Se que la gente juzga, es uno de los pasatiempos favoritos de la humanidad, juzgar sin conocer o peor aun creyendo que conoces pero sin saber una mierda. De todas formas aunque algunas opiniones molesten, e incluso otras puedan incluso doler un poquito, las únicas a las que presto atención son a las importantes, y tengo muy claro a quien pertenecen.

Estoy cuesta arriba, luchando con fuerza por cada centímetro avanzado en mi vida, un camino muy difícil pero que merece la pena y por el que recibes recompensa. Ahora mismo mi única ilusión es hacerle feliz, pasar mas tardes juntos viendo una película, jugando a algo, visitando algún lugar nuevo, saliendo, teniendo desayunos románticos...

Solo quiero seguir teniendo esa oportunidad de estrechar mis brazos alrededor de su cintura, ser capaz de recorrer con mis manos su espalda, notar sus labios sobre los míos, pues cada una de estas cosas me lleva al paraíso cada vez que ocurre. Hay obstáculos que escalar como en cualquier relación, muchas veces hay que tragarse el orgullo, obviar comentarios que aparecen en caliente o incluso saber que la otra persona intenta decirte con el corazón lo contrario de lo que reflejan sus palabras.

Aprender a superar estas pequeñas cosas es la clave de una relación, es un camino largo y difícil como ya he dicho pero que siempre merecerá la pena. Es cierto que hay momentos en los que pierdes la esperanza, en los que simplemente te dan ganas de echarte atrás y mandarlo todo a la mierda. No puedes dejar que esos momentos te lo arrebaten todo, porque aunque no lo parezca son solo eso, momentos, rayadas instantáneas que se lo pueden cargar todo, porque luego vuelves a la normalidad y te das cuenta de que todas esas ideas no eran más que una soberana gilipollez.

Medio año en breves... y más tarde un año, y luego dos, y tantos más que nos quedan por cumplir amor, quiero seguir cumpliendolos a tu lado cogidos de la mano y felices por saber que siempre todo es mejor.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Calor en el norte parte 4

El recuerdo de sus labios volvía a ratos a mi cabeza, estaba presente siempre, pero había momentos en los que se manifestaba por completo haciendo que me sonrojara aparentemente sin motivo. No había estado ni tres días completos en aquel pequeño centro médico, de hecho estaba perfectamente aparte de las heridas en el brazo y pierna derecha, pero los médicos querían asegurarse de que no hubiera daños internos por el impacto con las rocas. Curiosamente el había estado conmigo los tres días en aquel lugar, los demás también me habían visitado, pero él había estado allí noche y día conmigo, evitando que me sintiera solo o muriera de puro aburrimiento. Mi primer recuerdo al abrir los ojos después de que me llevaran en ambulancia fue el de su mano  agarrando con fuerza la mía, parecía totalmente obstinado y decidido a no soltarla, esto provocaba sentimientos extraños e indescifrables en mi interior, y si le añadimos lo del beso incluso peor, pero ¿había sido un beso?

Es cierto que nuestros labios estuvieron juntos, pero el lo único que hacía era aplicar los métodos de primeros auxilios para esa situación, es cierto que me pareció un beso de verdad, pero tal vez entre tanto golpe y movimiento confundí un poco las cosas. Lo cierto es que los tres días de "ingreso" fueron bastante divertidos gracias a su compañía, pudimos sorprendentemente conocernos incluso más de lo que habíamos sabido hasta ese momento, con tanto tiempo para hablar prácticamente sabíamos cada uno de los detalles más vergonzosos de la vida y personalidad del otro. Algo que me impacto especialmente fue el hecho de que cuanto más sabía de él más ganas tenía de saber, hasta sus "defectos" me parecían adorables en cierto punto, verdaderamente algo me decía que estaba empezando a sentir algo por este chico. No lo tenía del todo claro pero desde luego era eso lo que me parecía, por un momento se me paso la idea de la cabeza pero luego la descarte al instante. Para empezar era un hombre, para seguir le conocía desde hacia apenas unos días, no podía haberle cogido tanto cariño tan rápidamente ¿en que estaba pensando?

Comencé a pensar en lo que sentía cuando mi piel y la suya entraban en contacto, en como me ruborizaba cuando nuestros ojos se encontraban por accidente, o la forma en la que yo le miraba a escondidas cuando él salia de la habitación a por algo o se giraba un momento. El como sus palabras me podían tener entretenido y embobado durante horas, lo bien que lo pasábamos juntos, todo lo que teníamos en común, ¿tenía algún sentido negar lo obvio? Aun sabiendo eso no le mencione nada ni pregunte como me había salvado, porque eso probablemente nos llevaría a la escena del supuesto beso, y no me gustaría quedar como un idiota preguntando algo que probablemente solo fueran imaginaciones mías. Me acompaño a casa desde el hospital y se paro en seco justo antes de llegar a la puerta del jardín.

- Oye... ¿porque no damos un paseo?

Me pareció algo extraña la proposición teniendo en cuenta de que era algo tarde, casi las ocho de la tarde, así que por un momento dude sin contestar.

- Se que estarás cansado, pero después de tres días sentados seguro que te apetece estirar un poco las piernas, y bueno tal vez no se... bueno quiero decir la playa esta cerca y nunca he visto un atardecer... y bueno...

Estaba nervioso, aparentemente incluso se había enrojecido ligeramente lo cual no supe en el momento de que manera interpretarlo, sonreí algo tímido y le dije que si que me encantaría poder andar por fin. Recorrimos parte del paseo que rodeaba la playa separandola del suelo urbano, un alto muro de piedra blanquecina sobre el que se podía caminar y tener una vista de toda la playa. Nos paramos a mitad de camino a contemplar con calma el atardecer, el rojizo cielo estaba bañado con tonos anaranjados que lo volvían cálido y un auténtico regalo a la vista. Fran saco una toalla que llevaba escondida debajo del brazo y me guiño un ojo de forma picara, bajo las escaleras hacia la arena y me invito a seguirle. El tacto de la arena con mis pies siempre era agradable, sobre todo con lo fina que era en esa playa, extendió la toalla de amplias proporciones y nos tumbamos cada uno en un extremo lo más separados posibles a contemplar la escena. Poco a poco y sin darme cuenta, prácticamente por instinto, me acercaba poco a poco a él de forma discreta pero clara a la vez, llegue a estar tan cerca suyo que levanto los brazos haciendo que se estaba estirando a forma de señal, acepte la invitación y me apoye en su pecho sin dudarlo un instante.

Los latidos de su corazón se escuchaban de forma acelerada, su respiración intentaba estar tranquila pero también se notaba algo agitada. Note como una mano me rodeaba el hombro mientras la otra jugaba tiernamente con mi pelo, me acurruque un poco más entorno a su cuerpo y entonces note su mano sobre mi barbilla. Levanto mi cabeza hasta que nuestros ojos se encontraron los unos con los otros, durante unos segundos nos miramos fijamente sin apartar la vista el uno del otro, hasta que lo hice, me acerque con decisión y nos besamos. Este fue muy distinto al primero, con muchísima calma, disfrutando cada segundo del momento y cada sensación posible, tierno y pasional a la vez. No se cuantas horas nos estuvimos besando en aquella toalla, pero cuando me quise dar cuenta ya estaba bastante oscuro y se podían ver las estrellas con claridad en el cielo. Contemplamos unos segundos el cielo y Fran me miró con picardía.

- ¿Te apetece un baño?

- Estaría bien pero prefiero no mojar mi ropa y pillar un resfriado, sobre todo porque no me atrae la idea de pasar más tiempo enfermo - solté con tono bromista intentando calmar la situación

- ¿Y quien ha hablado de bañarse con ropa?

Sonrió como solo él sabe hacerlo y se quito la camiseta de forma seductora, cuando termino de bajarse los pantalones me miro con cariño y me beso mientras me desvestía a mi también. Mirar su irresistible cuerpo se me antojaba en todo momento, pero solo nos besamos y avanzamos de la mano a la orilla del mar que brillaba gracias al reflejo de la luna. El agua estaba cálida, aunque no tanto como me hubiera gustado, por lo que me abrace muy fuerte a él cuando estuvimos dentro y no puso ninguna objeción al respecto. No hacíamos nada, solo estábamos allí juntos, desnudos en el agua abrazados sin darle importancia a nada más. Continuaron los besos y cada movimiento que hacíamos era más tierno incluso que el anterior, al final me separó de su cuerpo, me miro fijamente a los ojos unos segundos y me pregunto...

- Entonces... ¿Quieres ser mi chico?

lunes, 26 de marzo de 2012

Calor en el norte parte 3

Me di media vuelta y entre en casa antes de que el viento me provocase un resfriado veraniego, deje el neopreno colgado en el tendal y me fui a la ducha, por suerte no había nadie en casa así que tenía algo de libertad para estar algo más cómodo en casa y ponerme música alta. Aun habiéndome quitado la sal en la playa, se sentía bien notar el agua cálida y el champú sobre mi pelo y piel, mientras las gotas caían por mi cuerpo comencé a tener recuerdos en forma de breves destellos de aquel día. Verdaderamente ese chico nuevo, el tal Fran, había conseguido captar mi atención, es más, había conseguido avergonzarme y a la vez ruborizarme demasiadas veces como para que eso fuera algo normal. Las imágenes de sus gruesos labios comenzaron a rondar mi cabeza, junto a su torso desnudo y los ojos que consiguieron captar a los míos desde el primer instante. Descarte esas imágenes al instante ¿En que narices estaba pensando? Salí de la ducha algo confuso por mis pensamientos, no se si decir que me estaba comiendo la cabeza incluso más de lo normal para mí. Al final me auto convencí a mi mismo de que era un chico genial, y que si provocaba un impacto tan grande en mi era por la cantidad de cosas en común que teníamos, nada más y nada menos.

Me puse un pantalón de chándal y una camiseta ancha, no había nada que me gustara más que estar recién duchado con ropa cómoda en casa. Abrí mi portátil y me prepare un sándwich vegetal de cena, tras mirar mis nuevas fotos y etiquetas en tuenti vi que el estaba etiquetado en una, así que decidí agregarle por tenerle por ahí. Me puse a otras cosas y deje un poco el tema de lado, hasta que de pronto escuche el característico sonido del chat, era él por supuesto. Empezamos hablando de chorradas y divirtiéndonos de forma bastante efusiva, hasta que la conversación trataba cada vez de temas más personales, lo cierto es que deje el resto de cosas a un lado y me centre únicamente en la conversación. Cuanto más hablábamos más cosas en común teníamos, era una locura, tanto que me sorprendí al mirar la hora y comprobar que ya eran las cinco de la mañana, cuando hacia breves instantes eran las ocho de la tarde, me despedí brevemente y me fui a dormir.

Cuando el despertador sonó a las diez de la mañana aun estaba en un estado de cansancio considerable, me levante perezosamente, cogí la tabla y el neopreno y mire el reloj, ya eran las once menos cuarto! Con un par de tostadas en la mano y trozos de galleta en la boca salí corriendo a reunirme con los de surf, llegaba tarde. Al final solo me retrase unos minutos, y tras las típicas bromas de Fernando y los bostezos perezosos de Antonio empezamos a cambiarnos. Mientras me cerraba la cremallera le vi caminando a paso decidido hacia nosotros, no supe como reaccionar, estaba con una mezcla entre nerviosismo y alegría, después de todo lo que habíamos hablado casi me sentía como si ya le conociera.

- Buenos días chicos - Dijo con una cara algo ausente, yo diría que medio dormida justo como yo.

- Buenas, ¿como es que has venido?

- Bueno, me contabas con tanto animo y entusiasmo eso del surf que decidí venir a verte, ya sabes que me pierde la idea de verte caer al agua desde la tabla.

Soltó una risita bromista con la clara intención de picarme, pero tratando de sonar lo más desinteresado posible simplemente le respondí.

- Pues probablemente te lleves una desilusión, si lo que quieres ver es a alguien patoso cayéndose al mar coge tu mismo una tabla y métete con nosotros.

Tras mi chiste condescendiente le saque la lengua de forma descarada y absurda, tanto que volvió a reírse una vez más, me encantaba cuando lo hacia. Tras los estiramientos en la playa entramos al agua, ese día estaba decidido por alguna razón desconocida a que él viera todo mi potencial con las olas. Empecé con las diagonales, recorriéndome amplios tramos del la playa de pie montado en estas olas para que tuviera una imagen clara de mi, después cogí las barras desde arriba bajando y subiendo la ola, e incluso me marque algún que otro truquillo. Él estaba impasible en la orilla, o bueno más bien no se como estaba exactamente pues a esa distancia no conseguía distinguir bien su rostro. Estaba tan ensimismado pensando en el, y tan preocupado porque me viera que no me dí cuenta del peligro hasta que fue demasiado tarde. Estaba en una diagonal de derechas cuando de repente me rompió la de izquierdas en la cara tirándome de la ola, la fuerza de esta me revolcó varios metros por el mar y me hizo chocar contra una roca cercana haciéndome daño en un brazo y una pierna. Me subí a la tabla rápidamente pero no tenía fuerzas para remar, note como un liquido caliente se deslizaba por mi piel y contrastaba con las bajas temperaturas del cantábrico. Empecé a marearme y la corriente me llevo con ella hacia las rocas del acantilado, otra ola me golpeo y una vez mas choque de refilón con otra roca. Fue un momento extraño, empecé a darme por vencido y a cerrar los ojos, a relajarme y tragar agua ya sin importar nada, solo quería descansar, estaba tan cansado.

Antes de poder darme cuenta un brazo tiraba de mi con muchísima fuerza, de pronto volvía a estar montado en mi tabla, tosiendo mucho y con dificultad para respirar, hasta que ya cerré los ojos por completo. Todo era muy extraño, me sentía mojado y seco a la vez, ni triste ni contento, prácticamente cono privado de sentidos y de mis sensaciones y emociones. De pronto volví a sentir, mi garganta quemaba y escupía agua a todas las direcciones, pero aun con el agua fuera no me quedaban fuerzas para respirar. Entonces note como algunas gotas caían sobre mi rostro, ¿estaba lloviendo? eso importaba bien poco pues me sentía de nuevo cada vez más alejado de aquella escena. No fue hasta que note algo cálido sobre mis labios que de pronto como quien no quiere la cosa el aire volvió a mis pulmones, el proceso se repitió varias veces hasta que al final note algo más, pude sentir no solo la sensación cálida y el aire sino un beso. Un beso tan dulce y tierno, tan agradable y sensible, tan desgarrador y desesperado que me insuflo vida una vez más. Empecé a toser como no lo había echo en mi vida, y cuando por fin termine abrí lentamente los ojos, vi un rostro familiar, entristecido por las lágrimas y a la vez alegrado por la sonrisa. Los ojos verde esmeralda me atravesaron sin temor y antes de articular palabra alguna se acerco con delicadeza y me beso una vez más.

jueves, 22 de marzo de 2012

Calor en el norte parte 2

Continuemos con la historia!


Tras terminarme la comida mi estomago quedo plenamente satisfecho, aun con los atracones que me metía a la hora desayunar, mis horas remando y luchando contra olas y corrientes hacían que mi cuerpo quemara todo a una velocidad exagerada. Fernando y Antonio me entendían y solían tener mi mismo apetito o incluso más, no es de extrañar por lo tanto que se montara una escena curiosa al vernos comer a los tres como animales cada vez que nos reuníamos. Celia me saco de nuevo de mi mundo mientras me contaba lo de sus clases de piano, la chica era una autentica virtuosa, de hecho nunca había oído tocar en directo a nadie mejor que ella. Tras una charla relajada decidí acercarme discretamente a Fernando para tener una conversación más privada juntos, quería saber más cosas acerca del nuevo integrante del grupo, pero por supuesto procurando que este no se percatase de tal cosa. Le hice una discreta señal con los ojos y nos fuimos a dar una vuelta, quedándonos cerca de las maquinas para hacer ejercicio del parque, las cuales solíamos usar más cuando llevábamos alguna copa de más que cuando estábamos normal.


- Oye ¿de donde sale este chico? , nunca me habías hablado de él -


Torció el gesto ligeramente adoptando una expresión bastante cómica


- Es el hijo de unos amigos de mis padres, va a pasar el mes entero en mi casa al parecer, así que pensé que ya que iba a estar aquí todo el tiempo pues podríamos aprovechar para conocerle y llevarnos con él.


- ¿Y ya esta? ¿no sabes nada más de él?


- No, salvo que es educado, algo desordenado y que parece simpático, el resto ya lo iremos averiguando, anda volvamos y deja de darle tantas vueltas a todo como haces siempre.


Quede satisfecho a medias, por parte me habría gustado averiguar más cosas sobre el enigmático personaje que era capaz de zamparse un bocadillo a una velocidad que se me antojaba humanamente imposible, de hecho termino de comer antes casi de que me diera tiempo a desenvolver el mio, pero por otro lado se iba a quedar el mes entero así que ya tendría tiempo para ir conociendole poco a poco. Cuando volvimos estaban riéndose todos, y él se nos quedo mirando un rato hasta que dijo con tono burlón.


- Por fin volvéis, ¿que paso? ¿muy ocupados hablando de mi?


Me entraron ganas de responderle que si con tono borde, arrancarle el cuello o simplemente pasar, ¿que se creía?


- No eres lo bastante interesante como para que hable de ti lo siento


- ¿Ah sí? ¿y entonces porque te he pillado mirándome tantas veces?


- Venga creetelo un poco más


Se echo a reír una vez más


- Solo era una broma hombre, necesitas un poco más de sentido del humor!


Y lo cierto es que no le faltaba razón, había sido una tontería que probablemente me habría tomado sin importancia de cualquier otra persona, pero oírlo de él simplemente me sacaba de mis casillas. Decidí calmar el ambiente sentándome un rato a hablar con él, y a partir de ahí mi concepción sobré él cambió por completo.


Resulta que probablemente no existiría una persona con la que tuviera tantas cosas en común, le gustaba la escritura, la misma música que a mi y prácticamente cualquier cosa relacionada con la creatividad y el arte, teatro, cine etc. Lo más sorprendente fue saber que a él también le encantaban los dinosaurios, me hizo sentirme un poco menos friki por dentro este dato. Al parecer era modelo, "no me extraña" pensé para mis adentros, y había pasado por un año bastante complicado, de hecho muy complicado es quedarse corto. Fue muy curioso, allí mismo, dos perfectos desconocidos hablando de cosas bastante intimas apenas unas horas después de conocerse. Me recordó un poco a mi año anterior, como caí tanto en tan poco tiempo, aunque eran dos casos totalmente distintos.


Abrí los ojos y vi que estaba oscureciendo bastante, tenía algo de frió, probablemente a causa de que seguía con la mitad del neopreno puesto y sin nada en el torso. Capte un sinfín de olores que no había sentido nunca y que me encantaban, no solo eso sino que me atraían y despertaban sentimientos traviesos en mi interior. Mi cabeza estaba apoyada sobre algo suave y cálido, estaba tan cómodo que ni se me ocurrió pensar que podría ser, aunque tuve una pista cuando unos suaves dedos comenzaron a acariciarme con suavidad la cabeza.


- Buenos días dormilón, ¿o debería decir buenas tardes?


Pegue un salto repentino y comprobé la situación, estábamos fran y yo solos en el parque, y probablemente con lo cansado que estaba después del palizón de por la mañana me quede dormido sobre su hombro mientras hablábamos, ¿pero porque no me despertó?


- Se que tendría que haberte avisado cuando los demás se fueron, pero estabas tan mono durmiendo que no me atreví a despertarte.


Sin saber muy bien que decir y probablemente más rojo que en toda mi vida le mire fijamente a los ojos por un momento, después me levante rápidamente e hice el amago de tener frió, intente ocultarlo pero finalmente mi cara me delato por completo. Se fijo y no tardo mucho en quitarse la camiseta y dármela.


- ¿Que haces?


- Llevas toda la tarde sin camiseta y empieza a hacer frió, vas a coger algo, póntela anda.


Cogí la camiseta a regañadientes y me la puse por encima, me quedaba algo grande pero era perfecta para evitar morirme de frío, y además gracias a eso pude comprobar lo acertado que estaba al pensar que tenía buen cuerpo. Trate de no mirar mucho los marcados abdominales rodeando ese ombligo de infarto y le dije que ya era hora de volver a casa, insistió en acompañarme, y como el pueblo era más bien pequeño no puse ninguna objeción.


Al llegar le dije que ya estaba en mi casa, le di las gracias por acompañarme y me di la vuelta dispuesto a entrar. De pronto sin que me diera tiempo a reaccionar su mano acaricio levemente mi ombligo, mientras que la otra subía por la espalda, y con un rápido tirón me quito la camiseta. Me gire para reprenderle por ser tan bestia sin darme cuenta de lo cerca que estaba de mi, me rodeo el cuello con la camiseta y me acerco incluso más, tanto que comencé a notar su respiración sobre la piel. Se acerco suavemente a mi oído y me susurro.


- No estarías intentando quedarte con mi camiseta ¿no?


Y entonces me echo el aliento ligeramente cálido sobre el cuello, me miro a los ojos soltando una risita de chico malo y se marcho.


- Nos vemos mañana pequeño!


- Nos vemos mañana idiota!

miércoles, 21 de marzo de 2012

Calor en el norte... parte 1

Hace tiempo que no escribo historias como tal, así que le voy a dedicar unas cuantas entradas a este relato, espero que os guste.

Llevaba sentado en la tabla veinte minutos por lo menos, desesperándome a cada segundo que pasaba, buscando en el horizonte esa ola que no llegaba. La mar estaba completamente plana desde hacia un rato, algo poco habitual para lo agresivo y movido que suele ser el cantábrico, aunque supongo que era algo de esperar en un día soleado, sobre todo cuando aquí incluso en agosto solíamos ver más un paisaje de nubes cargadas en lugar del típico sol veraniego que lucia esa mañana. Mientras contemplaba fijamente las bandas rojas carmesí y negras que bañaban mi tabla comencé a tener recuerdos de ese último curso, no tenía muy claro si decir que estaba siendo un buen o un mal año, ya que parecía que por cada cosa buena que me pasaba una mala aparecía para continuar con el frágil equilibrio que tenía en mi vida desde hacia unos meses. Desde luego no podía negar que había vivido mucho, iniciado y roto una relación, hecho nuevos y perdido antiguos amigos, estudiado como un cabrón para intentar sacar la carrera de mis sueños, un poco de todo digamos.

Saboreé el agua salada aunque sin llegar a tragarla por suerte, había estado tan ensimismado en mis cosas que no me había fijado en como la primera ola de la serie rompía en mis narices y me tiraba al agua, buena lección pensé para mis adentros. Con la cabeza mas despejada me volví a subir y comencé a remar con energía, haciendo patos para sortear las espumas y así colocarme en el pico de la serie, una vez allí todo consiste en esperar a la ola adecuada y esperar que no haya ninguna corriente cerca que te pueda tocar las narices. Vislumbré mi objetivo a apenas unos metros antes de que llegara, una bonita diagonal de derechas que me venia perfecta para hacerme un recorrido de la playa curioso, reme a toda prisa, me coloque en dirección a la orilla, y una vez note como la fuerza de la ola me arrastraba todo es cuestión de ponerse de pie, mantener el equilibrio, y nunca, nunca, nunca mirar hacia abajo.



Tras regresar a la orilla mi estomago empezó a quejarse, lo que me recordaba que tenia que ir a casa a comer, así que me baje el traje de neopreno hasta la cintura, desate y enrolle el invento, cogí la tabla bajo el brazo y me fui a por una ducha desalinizadora. Es una sensación alucinante, notar como las gotas de agua caen suavemente bajo tu piel llena de sal, arena, y en mi caso multitud de arañazos provocados por las amables rocas abundantes en las playas del norte. Mientras disfrutaba de la ducha en mitad de la playa me fije en lo bronceada que tenia ya la piel, no muy de extrañar teniendo en cuenta que me pasaba el día en la playa, pero entonces me vino el recuerdo de una piel exactamente igual de bronceada pero distinta a la mía, más suave, sin tantos arañazos y decorada por unos cabellos pelirrojos que llegaban hasta la cintura. Ahora mismo esa piel probablemente estaría durmiendo plácidamente al otro lado del atlántico, descansando sobre los sueños que nunca llegamos a cumplir juntos. Ya lo había superado pero aun así tenía momentos en los que la recordaba, ya no la añoraba, pero si recordaba.

El sonido de mi móvil me volvió a sacar de mis sueños, cogí la mochila apoyada en las escaleras de acceso a la playa y lo saque, tenía un móvil de Fernando, o el rubio como a mi me gustaba llamarle, era un buen amigo y siempre conseguía sacarme una sonrisa. Tenía un mensaje suyo diciéndome que iban a comer todos en el parque y que me apuntara, el invitaba. No podía decirle que no a una quedada con ellos, y menos aun si invitaban, así que le envié un mensaje a mis padres para avisarlos, cogí mis cosas y me fui directo al parque.

No tarde más de cinco minutos, después de todo para recorrer el pequeño pueblo costero de salinas a pie no necesitabas más de veinte minutos escasos, al llegar estaban todos esperandome. Fer estaba junto a Laura, una chica alta de buen porte, cabellos largos y castaños y una sonrisa de lo más agradable, también estaba Antonio, siempre con esa expresión entre de cansancio y ganas de fiesta en la cara con su camiseta del e-wan, victor un chico timidillo de estatura normal, pelo rubio y carácter ausente, willy el hermano de fernando y nuestro drogadicto particular, bastante alto por cierto. Y por último un chico que no había visto nunca antes, cosa curiosa dado que en el pueblo vivía tan poca gente que los conocía a casi todos.

- Hola javi porfin has llegado! - exaltaron Fernando y Laura practicamente al unisomo cuando me vieron

- Hola chicos - Respondí mientras dejaba la tabla en el suelo y cogía el bocadillo que me tendía Antonio

-¿No te daba tiempo a cambiarte? - Preguntaba con tono de chiste antonio

-Sabes que si lo hubiera hecho luego te habrias quejado por llegar tarde, te tengo calado.

Nos reímos durante un rato y luego Fernando se puso ligeramente más formal. Le hizo una seña al chico para que se levantara e hizo un amago de saludo.

-Javi este es Fran, Fran este es Javi

Era un chico alto, me sacaba por lo menos una cabeza, ojos verdes y ligeramente rasgados, pelos negros como la noche y labios carnosos y seductores. Sumándole a una cara con rasgos perfectamente proporcionados y una mandíbula férrea, tenía un cuerpo bastante bonito también, aunque eso solo se presuponía por la forma que la ropa le hacía. El apretón de manos fue a la vez seco y cariñoso, cercano y distante, frío pero cálido, dulce y aun así amargo, como si ya nos conociéramos de antes, como si ya supiéramos lo que iba a suceder en el futuro. Por un momento nuestros ojos se encontraron y pude leer demasiadas cosas en poco tiempo, los escandalosos rugidos de mi estomago rompieron la peculiar escena, y todo lo que se le ocurrió fue empezar a reírse sin pararse a pensarlo, practicamente parecía que se lo iba a hacer encima.

-Pues si tengo hambre, llevo dos horas y pico remando en el agua ¿pasa algo?

Pudo sonar algo borde pero lo cierto es que estaba rojo y me moría de la vergüenza, en una situación normal no me habría importado pero por algún motivo en ese momento me sentía especialmente incomodo.

- No es nada - Dijo mientras terminaba de reírse - es solo que me ha parecido inesperado, y adorable.

Me puse incluso más rojo y celia empezó a reírse por lo bajini, pero por supuesto Fer salió al rescate y comenzó con su ristra de chistes habituales para calmar una situación tensa, yo me centre en comerme el bocadillo y así evitar nuevas sorpresas de mi estomago. ¿Quien era ese chico? ¿Porque me había sentido tan avergonzado con lo espontaneo y desde luego poco vergonzoso que era? Decidí no darle más vueltas al asunto y tratar de averiguar algo más de aquel misterioso chico.

lunes, 19 de marzo de 2012

A veces soy un poco asi...

Me he dado cuenta, quizá un poco tarde, que la combinación entre tener demasiado tiempo libre y nada que hacer te puede llevar a hacer muchas tonterías, y más aun si te sientes solo, estas enfermo y eres un poco idiota.

Debería pararme un momento a pensar algunas cosas, pues aunque no sea nuestra intención a veces nuestras acciones les pueden hacer daño a las personas que más nos importan. Pero es tan difícil, hay momentos en los que solo te dan ganas de gritar y arremeter contra todo, de saltar las cosas por los aires.

Hay que tener en cuenta los sentimientos de los demás no solo los tuyos propios, si, tu estas triste porque estas solo, o porque te pasa esto o lo otro, pero ¿y la otra persona? También tendrá sus problemas, estará pasando por sus dificultades y desde luego no todo es un camino de rosas por mucho que a ti te lo parezca, entonces si lo tienes tan claro ¿porque sigues haciendo el imbécil?

Supongo que decir que soy humano suena demasiado a excusa, si cometo errores, últimamente uno tras otro, pero no es porque sea egoísta, o porque quiera todo para mi, o por otras razones, sino porque le quiero, le quiero, le quiero, le quiero con todo mi corazón, y esto a veces me hace actuar de maneras impensables para mi. No todo es tan fácil como escribir un par de lineas, pedir perdón y voila todo arreglado, no pretendo eso. Pretendo demostrar que aunque soy un loco de atar es porque es una locura de amor, nada más y nada menos.

Lo he pensado dos veces, y me he dado cuenta de que no importa que una semana, dos o incluso un mes nos veamos o hablemos poco o nada, de hecho no importa nada, ¿sabes porque? Porque vamos a estar juntos el resto de nuestra vida, asique tendremos tiempo de sobra, buenos y malos momentos, juntos y separados, pero por encima de todo felices, te amo tonto.


¿Ha cambiado?

¿Que ha pasado? Fue algo que ocurrió sin previo aviso, de la noche a la mañana me percate del cambio, tan sutil y tan obvio a la vez. No tuve tiempo para concienciarme o prepararme, o tal vez para intentar asimilarlo con calma, simplemente ocurrió.

Hacia tiempo ya que tenia pistas, como los tweets que ponía que ya no me decía lo que le gustaban, o cuando dejo de comentar mis estados, o tal vez las primeras pistas llegaron cuando ya no me hablaba nada más verme conectado. Pueden parecer estupideces, pero son pequeños detalles que lo hacían tan especial todo, y un día simplemente me dí cuenta de que ya no estaban.

Todas las cosas de las que hablábamos pequeñas y grandes, detalles de como había ido su día o simplemente idioteces que pensaba ya no las compartíamos, ahora utilizaba terceros con tal propósito. Había conocido a algunas personas hacia un tiempo escaso, y por supuesto al ser la novedad centraba toda su atención en ellas, justo como hacía conmigo al principio. Es duro pensar que nunca volveremos a compartir tantas cosas como al principio, aunque compartimos muchas aun así eso no cabe duda, pero siento como que no es lo mismo.

No pierdo la esperanza en que esto es solo un momento extraño y que todo sera al final como antes, pero mi parte menos ingenua me dice que eso no será así. No es un drama, todo esta bien entre nosotros, pero ha perdido esa chispa o al menos esa es mi impresión.

Quien sabe, también puede ser que todo esto no sean más que desvaríos mios por estar enfermo y en cama desde hace dos días y pico y como resultado de haber tenido tanto tiempo para pensar, puede que al final no sea más que una tontería pero necesitaba escribirlo simplemente para dejarlo salir fuera. Espero equivocarme, porque últimamente odio tener razón...

martes, 28 de febrero de 2012

Hoy es uno de esos dias...

Kevin miraba fijamente su reflejo en el espejo de la sordida estancia, no había más que unos pocos muebles en todo el habitaculo, carente de luz y de colores sombrios se asemejaba a una imagen sacada de un cuento de terror o una pelicula de los años cincuenta. Se acerco lentamente cuando vio que la imagen reflejada tenia vida propia, no respondia a sus movimientos sino que era libre y tenia su propia llama en los ojos.

-¿Quien eres? ¿Que quieres? ¿Que te ocurre?

La voz del espejo se parecia mucho a la suya propia, tan solo era diferente por un sutil y casi imperceptible tono de intriga inmerso entre esas palabras. Las preguntas dieron muchas vueltas en su cabeza, pues eran exactamente las mismas que lo atormentaban a todas horas. De pronto su reflejo tomo un tono mas burlón y un rostro rozando lo psicopata al realizar las siguientes preguntas.


-¿Porque no eres más guapo? ¿Porque no eres más listo? ¿Porque no haces nada bien? ¿Porque todos se alejan de ti? ¿Porque? ¿Porque? ¿PORQUE???


Tras un certero puñetazo los cristales rotos y la sangre entre sus dedos era lo más destacable en ese momento, las preguntas rebotaban creando ecos en su cabeza que se expandian en la distancia. Se agarro esos últimos gramos de grasa aun por eliminar insatisfecho, aun cuando le decian que ya estaba perfecto el en su interior seguia viendose como al principio, unas fugaces sonrisas volvieron a su mente representando recuerdos de un pasado en el que muchas personas seguian en su vida, un pasado en el que aun se sentia útil, en el que aun se levantaba con ganas de luchar.


Pero ahora todo era distinto e igual a la vez, tenia tantos motivos para ser feliz como los tenía para ser infeliz, simplemente no conseguia llegar a todo, como siempre. Había una persona motivo de sus sonrisas y por la que seguía mereciendo la pena hacerle frente a todo, por la que habría recorrido el mundo o luchado contra lo imposible si hiciera falta, lo haría y daría todo por él, y aun así lo había dañado.


Un momento con la guardía baja, un suspiro en el momento equivocado, una situación que en otro momento parecia tonta y todo su mundo se derrumbaba a su alrededor, de nuevo. Había conseguido a la persona más maravillosa del mundo y la había herido. En la superficie estaba bien, todo seguía supuestamente igual, pero no podía contener sus ansias y tampoco quería molestar a nadie, menos aun con todo lo que estaba pasando en ese momento, asi que decidio liberarse escribiendo. Hoy es definitivamente uno de esos dias...


Uno de esos días en los que sientes que no haces nada bien, en los que piensas que el mundo no se iba a parar si tu desaparecieses, en el que estas convencido de que los demás tienen mejores cosas de las que preocuparse que tu absurdo estado de animo, despues de todo ¿porque ibas a importar?

Puede que esto no fuera cosa de un día, puede que hubiese estado en su interior desde hacia tiempo y un acontecimiento lo libero todo, ahora toca esperar a ver si Kevin consigue dormir esta lugubre noche y amanecer en un nuevo día, tal vez mañana si pueda servir para algo.

jueves, 23 de febrero de 2012

Ayer y Hoy

Hay días en los que por mucho que intento verme en un espejo no reconozco la imagen que proyecto en él. No solo es difícil hacerlo por la perdida de peso, el pelo creciendo en descontrol o una mandíbula con rasgos mas marcados, no, es algo más a nivel psicológico.

Siento que la persona que se miraba en ese mismo espejo a mediados del mes de octubre de 2011 es una persona totalmente distinta a la que se mira hoy un 22 de febrero de 2012, ¿mejor persona? , ¿peor? no lo se, simplemente diferente. Distintas prioridades, objetivos modificados, sueños ligeramente alterados, motivaciones similares pero con métodos radicalmente opuestos.

Se podría decir que ahora me considero una persona con los pies más puestos en la tierra y la cabeza menos en las nubes, una persona que ha aprendido a apreciar los pequeños detalles del día a día para intentar disfrutar de todo un poco más. Alguien mucho menos ingenuo, con una visión del mundo mucho más realista y puede que con la sentencia de muerte definitiva de la inocencia que nos acompaña desde niños.

Por otra parte me he vuelto al mismo tiempo mucho más débil, dependiente hasta más no poder del cariño y amor de las personas que me importan, sensible y comprensivo con la gente que me rodea, algo cabezota y de vez en cuando orgulloso, aunque la mayoría de las veces sepa parar a tiempo. La nostalgia también se ha vuelto un componente importante de mi vida, a menudo recordando tiempos más inocentes en los que iba a clase, estudiaba, quedaba con mis amigos y no tenia una sola preocupación más.

Es ahora cuando me doy cuenta de que hay infinidad de cosas que damos por hechas durante nuestra  niñez y adolescencia, las cuales luego se nos echan encima. Siempre había creído por ejemplo que mis amigos del colegio iban a estar conmigo para siempre, después de todo en ese momento tenia la sensación de que los conocía casi más que a mi mismo a veces. Sin embargo todos hemos tomado caminos separados, y mantener el contacto se hace más difícil con cada nuevo día que se apaga en nuestras vidas. Triste pero cierta realidad, nos estamos distanciando. Por supuesto se que hay gente que nunca perderé, pero dentro de mi cabezonería siento que no quiero perder a nadie, ni siquiera con los que he tenido problemas.

Puede parecer que no disfrute mi presente con tanta letra nostálgica, pero no es así, es más puedo asegurar que ahora soy más feliz de lo que he sido nunca. Tengo a alguien en mi vida que me completa totalmente, somos dos mitades opuestas de un viejo colgante que encajan perfectamente a cada centímetro de unión, fabricadas para ser una sola, creadas para estar unidas.

Llamadlo media naranja, fresa, manzana alma gemela o el título que le queráis poner, pero solo se que cuando miro fijamente a través de esos ojos verde cristalinos, no solo siento calidez, ternura, protección, seguridad, pasión, celos, amor, amistad, y una larga lista más, sino que también veo el futuro, me veo en setenta años mirando exactamente a los mismos ojos mientras suspiro suavemente y tomo su mano junto a la mía una vez más, justo como ahora. Pues el paso del tiempo no puede marchitar algo tan especial, solo hacerlo más fuerte...

Entradas populares