martes, 14 de agosto de 2012

Un menú inolvidable

El profesor llevaba mas de una hora y media explicando el tema, anatomía me gustaba por lo general pero el hombre era auténticamente pesado y se repetía mucho. De hecho lo que estaba diciendo ya lo había apuntado, así que me dedique a mirar el reloj de la pared y lanzarle bolas de papel a mi compañero de mesa.

Cuando por fin nos dejaron marchar salí corriendo por la puerta en dirección a la biblioteca, quería hacer todos los recados que tenía que hacer y largarme de allí cuanto antes, al fin y al cabo hoy era un día especial. Revise los libros una vez más y decidí cuales eran los que mas gustaban, los apunte en un papel para poder comprarlos en un futuro, y sin más dilación me fui pitando de allí.

Cogí los metros habituales procurando ponerme en el vagón exacto para salir cuanto antes y tardar el menor tiempo posible, subía las escaleras corriendo, y por la calle la gente me miraba extrañada de que fuera tan a lo loco. Después de cruzar el dichoso semáforo que tarda la vida en ponerse en verde gire a la derecha de la iglesia, baje los escalones, y unos metros más adelante ya estaba el portal.

Llame con entusiasmo y no hubo contestación más que el sonido del timbre abriendo la puerta, subí por las escaleras sin ganas de tener que esperar al ascensor y llame a la puerta de su casa. Cuando esta se abrió no tuve tiempo a reaccionar, pues unos brazos me cogieron por la cintura y me apretaron fuertemente sin intención de dejarme marchar, sin embargo tras un bonito beso en la mejilla se fue rápidamente a la cocina, parecía ocupado.

El olor a queso fundido de la pizza casera que se estaba haciendo a fuego lento en el horno impregnaba toda la casa, eso era lo que tenia tan ocupado, cuando tuvo un momento libre me puso una venda en los ojos me sentó en el sofá del salón y me pidió que esperase. Escuche pasos yendo y viniendo pero no podía ver nada, tenía ganas de hacer trampas y ver que estaba haciendo pero preferí dejarle que me sorprendiera. Al minuto me susurro unas dulces palabras al oído y beso mis labios con ternura.

El menú estaba muy bien preparado, sin darme la oportunidad de quitarme la venda en ningún momento fui probando todos los platos que con tanto esmero y cariño me había cocinado. Comenzaron unas tostadas recién hechas con queso fundido y tomate de las que sabe que adoro, después me dio a probar un trozo de esa tortilla con cebolla que siempre nos gusta compartir, hasta que al final me dio a probar la pizza con toque de barbacoa cuyo sabor hizo agua mi paladar.

Cuando pensaba que no podía con mas me introdujo una fresa con nata montada en la boca y después un bollo relleno de crema delicioso. Al terminar el banquete me dijo que iba a darme a probar una última cosa y que tenía que adivinar que era si quería que me quitara la venda de los ojos. Abrí la boca expectante y me beso apasionadamente, tarde un rato en darme cuenta pero tenia la lengua recubierta de chocolate, así que se lo dije y por fin pude ver.

Despues de ver la tele y bajar porfin la comida comence a juguetear y desabrochar los botones de su camisa, mientras le desvestía me miro fijamente a los ojos y me dijo que me amaba. Entonces sellamos el momento con un nuevo beso e hicimos el amor sin más preguntas. Sigue siendo la sensación más maravillosa del mundo compartir tu cuerpo con tu otra mitad por unos instantes, sentirte completo al fin de nuevo, saber que nada os separa en ese momento y estas unidos por algo más que las palabras o los gestos, algo que hace que desee verte a cada minuto que pasa este donde este y haga lo que haga.

Te quiero tonto.

1 comentario:

  1. Espero no ser taaan tan previsible dentro de unos años, y también espero haber aprendido a cocinarte otros platos xD pero es muy bonito :$

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