domingo, 5 de agosto de 2012

Al acecho

Cuenta la leyenda la historia de un hombre tan bello que podía conseguir aquello que se le antojara, hombres y mujeres caían rendidos ante la perfección de sus pómulos, la robustez de sus músculos, el esplendor de sus ojos y la suavidad de sus facciones. Tan en alta estima se tenía que a cada espejo que veía se posaba horas desnudo simplemente contemplándose, incluso amándose a si mismo. A tal punto llego su locura que un día trato de observar su reflejo en un lago, con tanto ímpetu lo intento que al final tras inclinarse se cayó al lago y al no saber nadar murió ahogado.

Narciso era su nombre, y se refleja perfectamente en el una de las cualidades del ser humano, el egoísmo. Solo pensaba en el, solo actuaba para el, solo vivía para el. Porque muchas veces este es nuestro comportamiento ¿verdad? muchos actúan por mero instinto, desesperación tal vez, pero al fin y al cabo egoísmo, tan acusado que no pueden ver más allá de sus propias narices, justo como narciso, que no se dio cuenta del peligro hasta que estaba con el agua al cuello y ahogándose en su propio pecado.

Seamos sinceros, tenemos que ser algo egoístas por mera supervivencia, en el sentido por supuesto de que tenemos que pensar en nosotros y cuidar de nosotros mismos, pero ¿porque la gente que solo hace eso no llega a ser feliz? Existe un placer muy particular en hacer bien con otros, no se exactamente que es, pero si se que llega incluso a ser adictivo. Ese sentimiento de que has hecho que alguien sea un poco más feliz, o al menos un poco menos miserable, ese viejo refrán de hoy por ti mañana por mi que hace que te guardes "un as en la manga"

Tal vez todo esto que estoy diciendo no sean más que chorradas, pero me intriga pensar que todos nuestros comportamientos pueden deducirse a la pura lógica, aunque lo más probable es que no sea así. En mi caso no se que pensar, nunca me he sentido cómodo solo sin tener gente a mi alrededor, soy una persona que desprende mucho cariño y que a la vez lo necesita, tal vez en ciertos puntos incluso me vuelva dependiente o adicto a este cariño.

Lo que me vuelve un adicto de verdad es el que creo es el amor de mi vida, tal vez sea pronto para decirlo, tal vez solo sea un joven ingenuo que aun no ha vivido lo suficiente para saber lo que le deparara el futuro, puede que solo sean tonterías mías. Pero me da que pensar el hecho de estar abrazando un cojín a las cuatro de la mañana mientras pienso en ti, o desvelarme una noche para verte cuanto antes, o tal vez aparecer en tu casa a las tantas de la mañana, soñar contigo, fantasear contigo, desear estar a tu lado a cada segundo.

No se como he acabado hablando de esto después de como empecé, pero bueno lo que intento decir es que en esta vida puedes conseguir cosas maravillosas, pero siempre va a haber gente que este dispuesta a arrebatártelo todo practicamente sin pestañear. Estad atentos todos aquellos que hayáis atesorado algo importante, pues los cuervos llaman a vuestra puerta, ansiosos por llevarse el codiciado premio que entre vuestros brazos pegado al corazón intentáis proteger, nunca bajéis la guardia.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con todo, tío, especialmente el último párrafo! :)

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