Mágico...

He enmudecido sin remedio... no puedo contener las palabras que se deslizan a través de mis dedos hasta el teclado, simplemente escriben por si solas, desbordando la cascada de sentimientos que se encuentran en mi interior. Una tarde a tu lado me ha demostrado que el paraíso es alcanzable en este mundo, has roto mi idea de una tarde planeada y esquematizada, puramente acción, pasión, naturalidad.

Y es que aunque ahora estamos separados nada cambia en realidad, aun puedo notar el sabor de tus labios en mi boca, el tacto de tu piel sobre la mía, ese aroma que me vuelve simplemente loco. El roce de la ropa era molesto, y tu demasiado irresistible como para intentar tener un mínimo de fuerza de voluntad.

Te he notado recorrer mi cuerpo con tus manos, mientras cada una de mis terminaciones nerviosas se disparaba al detectar tus dedos. Me he sentido seguro contigo, sin miedo de mostrarte como soy, sin complejos, sin preocupaciones, solos tu y yo. Todo esto me sigue pareciendo irreal, ha sido tan rápido, tan bonito, tan increíble, cual es la palabra... es cierto tu la dijiste ¿verdad? ha sido MÁGICO.

Mientras te tenía entre mis brazos no paraba de preguntarme donde has estado toda mi vida, he intentado asimilar que alguien como tú este con alguien como yo, pero simplemente no me cabe en la cabeza, es como un sueño hecho realidad.

Ahora que nos separan algo más que unos escasos centímetros, entrare en mi cama y buscare tu estela, dormiré profundamente y te buscare en mis sueños, pero aunque no estés aquí conmigo, puedo sentirte aunque la distancia se interponga entre nosotros...