domingo, 23 de octubre de 2011

En el lejano horizonte...

Cada vez que te veo mi mundo se desmorona, mil sentimientos contradictorios recorren mi cuerpo, unos me hacen desearte con locura a cada instante, otros me recuerdan que en realidad eres inalcanzable.

He sentido pura felicidad por simplemente estar contigo en la misma habitación, pero mi energía se agota, y no puedo pedirle a mi corazón que persiga una estrella fugaz que esta perdida en el lejano horizonte. Puede que haya llegado el momento de olvidarte y pasar página, puede que ahora sea el momento de entregarme a otra persona.


Pero cuanto más lo pienso más se me revuelve la cabeza, ya no tengo tan claros mis sentimientos como los había tenido en su día, ahora ya no puedo decir verdades absolutas o emitir juicios al cien por cien. Ahora ya no se si un corazón puede amar a dos personas, estoy confuso y sin saber que ocurre, como todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Todo el mundo esta buscando algo dice una canción, y sin embargo yo lo único que deseo es compartir lo que ya tengo con alguien, querer y ser querido no se necesita más. Porque por mucho que lo queramos ir de pico en pico no dura para siempre, porque te sientes vacío, porque acabas sin saborear el momento ni apreciar nada.

Y es que cuando trato de dormirme caigo rendido a tus pies, me persigues allá a donde vaya con ese tacto tan suave como la seda y el cuerpo de un Dios griego. He estado abrazado a ti horas, sintiendo tu olor, escuchando los latidos de tu corazón, acompasando tus respiraciones a las mías. Y no puedo quitarme de la cabeza como tu aliento caía sobre mi piel, y como tu lengua recorría mi cuerpo, no puedo olvidarte.

Hay momentos en los que lo único que te puede completar es otra persona, lo que me empiezo a preguntar ahora es si eras , o si todo fue un vano espejismo...

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