Comienza el día con los rayos del sol atravesando el cielo azul, parece mentira que todo este despejado con todo lo que llovió anoche, pero lo más característico ha sido despertarme con tu rostro en mi mente. Lo cierto es que cada gota que caía sobre mi tejado me hacía pensar en ti, en el modo tan tierno con el que consigues sacarme una sonrisa, o en como el tiempo pasa volando sin casi darme cuenta cuando hablo o estoy contigo.
Me había prometido a mi mismo que siempre sería el fuerte, el que tiene el control, el que no esta a cada dos minutos mirando el móvil para ver si hay algún mensaje nuevo. Supongo que lo que ocurre es que tengo un corazón sadomasoquista que intenta decirme algo, que intenta hacerme ver algo nuevo que comienza a surgir.
No quiero hacerlo mal, esta vez no, quiero que por una vez todo vaya tan bien como parece que va. No quiero hacer las cosas deprisa y corriendo lanzándome sin saber si quiera si todo es cierto, no quiero ser un juego otra vez que se desvanezca con el rumor de la mañana, quiero algo de verdad.
No se cuales son mis posibilidades, ni si quiera se si existe alguna, pero noto algo que es diferente esta vez, puedo ver que no es como todas las anteriores...
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