Antes podía mirarte a los ojos y asegurar que ni el océano podría separarnos, era capaz de refugiarme en todo aquello que tu expresión me prometía, me contentaba con mirar tus ojos y probar tus labios una vez más.
Pero me engañaste, tu no me querías. Cada día que pasaba cambiabas un aspecto más de mi, cada segundo que estaba contigo tus astutas manos me envolvían para someter mi voluntad.
¿Y que ha pasado con todo aquello? Ahora me sorprendo a mi mismo mirando al infinito, sumergido en un mar de dudas e inseguridades, y aun recuerdo cuando solo tu luz al final del camino era capaz de guiarme a través de la oscuridad.
Que triste es observar tu reflejo y no reconocerte....
Que triste es mirar a una época feliz de tu vida descubrir que es toda mentira....
Que triste es buscar cobijo en tus amigos y recibir burlas e insultos....
Que triste es tener todo lo que has deseado en la vida, y perderlos en un suspiro, un instante, un momento tan breve que ni el murmullo del viento es capaz de llegar antes del trágico final.
Todo lo que me queda es avanzar hacia delante, apoyarme en todos a los que aprecio con mi corazón y procurar no ser tentado por mi subconsciente. Porque cierto es que los sueños pueden llegar a ser muy atractivos, seductores, felices, indoloros.
Pero después de todo, solo son sueños.....
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