jueves, 2 de junio de 2011

Mi fruta prohibida...

Hoy volví a pensar en ti...

Hacia tiempo que creía tenerte enterrada muy en el fondo de mi mente, inútilmente pensé que lo pasado podía ser olvidado, que el amor se podía dejar de lado en el corazón, que un lío cualquiera puede curar heridas, pero no es cierto.

Solo tu rostro es capaz de amargarme el dulce tacto de los labios sobre mi cuello, únicamente tú eres capaz de hacerme refrenar mis manos cuando la música se apodera de mi cuerpo y lo controla cual titiritero. Allí estaba yo, en los brazos de otra "zorra" como me habían repetido ya desde hacia un tiempo. "¿Que te pasa?" "Céntrate un poco", me decían todos, contrólate susurran en cada fiesta, en cada pista de baile, pero lo que ocurre es que no han visto mi interior.

¿Y que culpa tengo yo?, que maldita culpa tengo de escoger una tras otra a la chica equivocada, a la que se va a viajar a otro país, a la que necesita tiempo indefinido para pensar, a la que no consigue ordenar sus ideas, o claro, para coronar la cima en este caso a la que tiene un novio encantador con el que lleva un año, a y que encima me cae genial.

Critican que me entregue como una fiera a mis instintos, a probar el olor de un cabello en la noche, a saborear el aliento de una desconocida, o simplemente a bailar hasta caer rendido a los pies de cualquiera. No es felicidad lo que siento al poseerlas, podéis llamarlo sustituyente, placebo si queréis, pero necesito algo, lo que sea, que me haga olvidar que cada vez que la veo siento un repentino deseo de empotrarla contra la pared y tomarla salvajemente. Mis ojos no pueden separarse de los suyos cuando entra en mi misma habitación, su perfume consigue hacerme tiritar en el día más caluroso de verano, y su sonrisa consigue hacer que mi alma se estremezca en lo más profundo de mi ser.

Eres esa manzana que desterró a Adán y Eva del paraíso, eres esa flecha clavada en el talón de Aquiles, mi fruto prohibido. Lo peor de todo, es que si me ofrecieras a probarlo, las consecuencias de mis actos pasarían invisibles en mi mente, eres capaz de someterme hasta niveles que no eres capaz ni de imaginarte.














Pero como siempre no puede ser, como no hay algo que no lo permite, mi única pregunta ahora es, ¿Funciono mal?

Por cierto hacia tiempo que no escribía y la verdad es que lo necesitaba, ahora que tengo tiempo podre volver a desatarme aquí también :D gracias por leerme.

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