La noche me brinda oportunidades que la cruel luz del día insiste en arrebatarme. Porque te vi ayer una vez más, rasgando el ligero velo de los sueños para encontrarte conmigo. Allí estabas, mirándome con esos ojos de cordero herido que desgarran en dos mi pobre corazón. Avanzando lentamente hacia mi, calculando cada uno de los movimientos con una extraña precisión.
Tus ojos recorren mi contorno interesados en algo en particular, tus labios comienzan a deslizarse ligeramente por mi cuello, tus manos se entrelazan suavemente con mis cabellos. Todo pierde el sentido, pero no importa, solos tu y yo nada más hace falta, no necesito despertar si te tengo a ti en mis sueños. Pero entonces ocurre, mis labios te encuentran, se deslizan con suavidad provocando llamas a su paso, el calor es tan real, la pasión es tan intensa. Un abrir y cerrar de ojos de un dulce beso y ardes convirtiéndote en cenizas dejandome a mi en el umbral de un fuego abrasador que ansia consumirme por completo.
Una vez más la codiciosa luz de la mañana me devuelve a la realidad, un mundo en el que tu y yo estamos a unos pocos metros físicos, y aun así a años luz de distancia, cerca pero a la vez demasiado lejos. ¿Porque ardias en mi sueño?, ¿acaso también vas a privarme eso?
Puede que sea momento de avanzar, quizá, solo quizá, debería pasar página de una vez por todas contigo, quien sabe, tal vez encuentre la felicidad donde menos me lo espere. ¿Porque sabes una cosa?, ¿Sabes que es lo que más me duele?, que se que funcionaria, se que seriamos felices. Pero ya no importa, el ancla esta levantada y las velas izadas, este barco ha de partir por fin del puerto, dejaras escapar la última oportunidad?, claro que se la respuesta, no soy tonto, pero bueno tengo derecho a soñar ¿no?
"tengo derecho a soñar". Cuánta razón y cuánto sentido tiene esa frase,
ResponderEliminarpreciosa entrada!