viernes, 25 de junio de 2010

Justos por pecadores.....

Es curioso como algunas personas relacionan el concepto de verdad o mentira con lo que pueden ver y tocar y con lo abstracto. Muchos son los del si no lo veo no lo creo, y estas personas son las que te demuestran que ni confían en ti, ni merecen tu confianza.

La verdad muchas veces es algo volátil que en boca de muchos puede llegar a distorsionarse hasta tal punto que se convierte en algo totalmente distinto, he aquí el famoso rumor. Cierto o no en ningún momento dudamos de divulgar algo, por favor como vamos a evitar la sonrisilla de autosuficiencia que se nos dibuja al relatar algún aspecto vergonzoso de la vida de otra persona que en la mayoría de casos ni siquiera es verdad.

Desgraciadamente así somos los humanos, todos y cada uno de nosotros alguna vez hemos caído en la tentación de este cruel ardiz. Ahora si hay un gran abismo que separa a los que lo usan diariamente de los que caen sin querer.

Conozco a varias personas que dicen más que hacen y mienten más que hablan. Es increible observar como sonríen alegremente a una persona y en el momento en el que esta abandona la habitación comienza a carcajearse a su costa, insultarla e inventarse absurdas historias sobre ella.

Que injusto es este mundo en el que muchas veces pagan justos por pecadores, me sigue fascinando como la astuta víbora utiliza su lengua viperina para engatusar a todos los que hay a su alrededor y hacerles pensar que su verdad es la única.

Comienza poniendo ojitos de cordero y haciéndose la víctima, luego rodea a su presa con su cuerpo abrazándolo suavemente y susurrándole dulces mentiras al oído, entonces el avispado cazador avisa a la presa del peligro pero ella lo único que hace es repudiarle ya que solo tiene ojos para su maravillosa víbora. Lentamente la serpiente va apretando cada vez más a la presa, ella ingenua no hace caso del dolor utilizando todas las escusas posibles, y cuando por fin se da cuenta la víbora la muerde y el veneno que corre por sus venas la paraliza.

El ultimo acto de la pobre víctima es deslizar una lágrima por su mejilla, arrepentida por creerse las mentiras de su asesina, destrozada por el daño que le ha causado al cazador que solo intentaba ayudarla, ahogada en sus propias mentiras.




















Y así fue como la serpiente asesino a su presa y se alimento de su fuerza vital para estar lista para su próxima víctima.....

2 comentarios:

  1. Me alegro de que hayas escrito esta entrada. Creo que todos en la vida tenemos alguna víbora como tú la describes. Lo malo es cuando la víctima se convierte en otra vívora a cambio de no ser envenenada por la primera.
    Un saludo!

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  2. Dimelo a mi. Esas personas no merecen la pena y dan repugnancia.Lo k nos distingue a nosotros de ellos es la fuerza de la sinceridad y la verdad, palabras que parecen no figurar en su diccionario.
    Pero al igual, dan asco y lo unico que merecen es lo peor.
    Menos mal que existes Javier Alvarez. Nose que haria sin ti (L)
    :)
    Ponerte un te quiero seria poco^^

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