Incluso ha habido algunas noticias en si buenas pero en realidad duelen también. Porque después de casi un mes en Asturias ayer volví finalmente a Madrid, si por fin volví a casa. Volví con mucha energía, con ganas de ver a mis amigos, de ir al cine, pasear por Madrid o simplemente quedar en casa de alguien para pasar la tarde.
Pero de pronto note mariposas en el estomago, y una ansiedad que no me esperaba y menos tan repentina. Me costo un rato averiguar que era, pero al final me di cuenta, les hechaba de menos.
Creo que decir que este verano ha sido uno de los mejores de mi vida se quedaría corto, unas pocas horas en Madrid y ya me doy cuenta de lo mucho que extraño a los que deje en ese lugar de verdes prados montañas frondosas y aguas enfurecidas.
A veces me pregunto funciono correctamente?, como les he podido coger tanto cariño en un mes?
Por parte es algo bueno, ya que se que tengo algo por lo que volver, se que hay alguien esperándome en el norte, y sin embargo no me abandona el sentimiento de angustia.
Aun recuerdo mi ultimo día allí, el ambiente estaba cargado de palabras y pensamientos que no se decían porque eran demasiado dolorosos, y fue entonces cuando empezaron las tres fases de la despedida.
Negación, "No queremos que te vayas, podrías quedarte en mi casa"
Desdicha, "Es que no podremos vernos más hasta dentro de mucho y te hecharemos de menos"
Y finalmente Aceptación, "Al menos promete que nos veremos muy pronto"
Cada frase era a la vez un consuelo y una carga a la espalda cuando me marche. Y ahora que se lo que de verdad siento solo me falta decir, os hecho de menos....
Me ha facinado como plasmas tu sentir,di de casualidad con tu blog sin saber que hacer me puse a navegar por internet en medio de mi loneliness saludos me llamo Alexandra y vivo en Estados Unidos maravilloso tus escritos
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