Hay cosas que duran para siempre....

Y allí estaba ella, debajo de aquel hermoso cerezo de hojas rosadas. Cuando me vio llegar sus labios se curvaron esbozando una sonrisa que no comprometía a nada, yo la correspondí saludándola y me acerque.

-Ola Jared
-Ola miranda, todo bien?
-Si, aunque solo quede una semana para empezar otra vez... - Se quejaba mirando al cielo
-Agosto siempre suele pasar rápido - Observe con aire de tristeza
-Dime una cosa - Miranda se paro en seco y me puso las manos en los hombros
-¿Te pasa algo? Es que no se últimamente te noto extraño....

Al observar su mirada de sincera preocupación me dí cuenta de que empezaba a olerse algo. Con determinación tome su rostro entre mis manos y la bese con suavidad. Su cara tenia la sorpresa grabada, pero entonces cerro los ojos y me devolvió el beso. Al darse cuenta de lo que acababa de hacer me aparto y empezó a llorar.

-¿Por que lo has echo? - Dijo mientras una lágrima atravesaba su mejilla izquierda
-Te quiero... y se que es una mala escusa para algo así...

Cuando me quise dar cuenta ella estaba corriendo, sonó un trueno en ese momento y empezó a llover.
Comencé a seguirla sin pensármelo dos veces, no me costo mucho alcanzarla pero opuso resistencia en cuanto intente hablarla. La agarre del brazo y ella se tiro al suelo.

-¿Es que no lo entiende? - Dijo con la voz temblorosa - Tu eres mi mejor amigo, tu sabes cuanto he sufrido en mis anteriores relaciones, y aun así tu....

-¿Tu me quieres verdad? -Le pregunte con la voz áspera
-Claro que te quiero, pero no como tu desearías....

Supe que había sido derrotado así que me levante para marcharme y dejarla tranquila.

-¡Espera!, no lo has entendido...

Me gire hacia ella con suavidad para hacerla frente

-No quiero perderte, yo te quiero mas que a cualquier chico tonto que me bese con pasion. Tu eres mi preciado amigo y quiero estar contigo para siempre, aunque no sienta pasión ni deseo por ti te amo con locura creeme.

Iba a seguir hablando pero yo me adelante a ella y la abrace. Ahí abrazados bajo la lluvia supe que ella nunca me amaría como yo lo hacia, pero su amistad era algo que conversaría para siempre.